"Al alumno que le va mal le tomo la prueba hasta tres veces"
Mauricio González, profesor del Liceo de Colchane, está entre los cinco finalistas del Global Teacher Prize. Nos cuenta sobre su manera de enseñar, su experiencia política y qué le pediría en educación al próximo Presidente.
Una carta de su mamá pidiéndole que regresara a Santiago impidió que se concentrara en una prueba de pedagogía en educación básica, en la Universidad de Tarapacá en Arica, y prefirió entregarla en blanco. Su profesor José Meza le preguntó por qué no había respondido. Supo lo de la carta y le dio una segunda oportunidad para que la rindiera de nuevo.
Esto marcó la carrera de Mauricio González (58) y empezó a aplicar cualidades de su maestro primero en la escuela de Colchane y después en el liceo. Y hoy, gracias a su calidad, es uno de los cinco finalistas del Global Teacher Prize versión chilena, que mañana premiará al docente más destacado. Está postulando, además, para ser considerado como uno de los 50 mejores docentes del mundo. De serlo, podría ganar un millón de dólares.
A la ceremonia de premiación asistirá la Presidenta Michelle Bachelet. El profesor especializado en ciencias, currículum y trastornos del aprendizaje, y magister en Ciencias de la Educación, ya se encuentra en Santiago. Pero como lo expresa sin despegarse de su Colchane, donde ha vivido 28 años. En los primeros tres, sin embargo, conoció el rechazo.
-¿Por qué?
-Con mi señora Jazmín y mi hija de nueve meses en ese entonces, nos íbamos a quedar solo un año en Colchane. Cuando comenzamos a trabajar, la gente nos hizo sentir que no éramos de ahí, diciendo directamente que querían profesores aymaras. Eso dolía bastante. Muchas veces se enlodó el quehacer de los docentes que no eran aymaras. La comunidad fue reticente a nuestro trabajo. Nos enseñaban a sentir la discriminación, y la aprendimos. Aprendimos que ellos son discriminados acá (en Iquique), y cuando bajo con mis alumnos percibo la discriminación hacia ellos.
-¿Algún hecho que recuerde?
-Mis alumnos ganaron un evento regional de ciencia y tecnología y fuimos a recibir el premio en una universidad, y ellos se vistieron con sus trajes típicos. Entonces yo observaba que la gente se colocaba sus pañuelos en la cara, aterrados por el olor a lana. Lo encontré tan desagradable, porque es el olor del tejido de su ropa, y es la que usan en ceremonia, es la más elegante que tienen.
-¿Qué pasó para que luego de tres años de rechazo, los colchaninos lo aceptaran?
-Pasó algo que la gente le gustaba mucho. Era que nosotros, con mi esposa, no faltábamos al colegio, no tirábamos licencia. Nosotros trabajábamos el mes corrido. De lunes a viernes, y nos quedábamos el sábado, el domingo porque creamos un grupo de scout, "Los Cóndores de Colchane". A través de estas actividades me fui ganando la confianza de la comunidad. También me los gané cuando dos personas se me acercaron y me dijeron que necesitaban tener octavo básico para conducir, pero habían llegado hasta quinto. Les dije que trajeran más gente y llegaron 36 adultos. Esto fue muy rico porque fue tocar el cielo de la pedagogía. Los hubieras visto a esa gente con sus bebés. Hacíamos las clases en las noches con lluvia. Fue muy bonito, me sentí muy realizado. De ahí fui para ellos el profesor mauri.
Política y educación
-¿Que le diría al próximo Presidente de la República sobre educación?
-Que necesitamos planes de estudios que se realicen acá en Chile y no creados afuera. A mí no me sirve Finlandia. Es un país con una identidad e idiosincracia distintas. Nosotros tenemos una idiosincracia propia. Si tuviéramos una identidad, pensaríamos más en el otro, pensaríamos más en el daño que estamos haciendo que tratar de evadir una situación. No hay que formar tantos tecnócratas, sino líderes sociales con valores que profesaron Martin Luther King, Padre Alberto Hurtado, Gandhi. Gente que trascendió.
-Estamos tan enfocados en una educación estandarizada con evaluaciones para alumnos y profesores que el colegio no es un lugar agradable como debiera ser. Es un contrasentido. Es un lugar tedioso, aburrido, de tensión de todos sus actores. Sus profesores, apoderados y alumnos están tensos. El colegio es un espacio de alegría, para que vayan contentos a estudiar. Pero si me están comparando con realidades foráneas, no están pensando en nuestra cultura, y nosotros tenemos ritmos de aprendizajes distintos. Por eso tenemos una cueca chilota, central y nortina.
-¿Usted ha formado a líderes sociales?
-Sí, he formado a líderes sociales. Algunos fueron concejales y lo hicieron bien. También he formado profesionales, y ahora los que están a punto de ser abogados, ojalá sean líderes y promuevan el desarrollo de la comuna, que es una de las más pobres del país, y hace 23 años estábamos en lo mismo.
-¿En la comuna quién ha aportado más, los profesores o las autoridades?
-Los profesores porque lo hacemos sin interés político. No pretendemos cargos políticos. Nosotros estamos tras bambalinas y no nos tenemos que ver, porque nuestros alumnos son los actores. La educación ha sacado de la pobreza a personas. Tengo a muchos ex alumnos que han ayudado a sus hermanos y han superado la pobreza. El problema es que migran y Colchane cada vez más se está despoblando.
-En el caso de que gane el millón de dólares, ¿Qué proyecto educacional haría en Colchane?
-Llevo 28 años tratando de implementar una radioemisora de cobertura comunal. Hice un proyecto en su momento, se creó una radio pero sin mi crédito, porque había envidia de concejales, y si iba mi nombre en el proyecto no iba a funcionar, así que otros lo presentaron pero la redacción era mía. Duró unos dos años y solo tocaba música. Antes de eso, teníamos una radio hechiza y transmitíamos con una placa solar, y cuando llegaba la luz a la placa, empezábamos diciendo: "Aquí comienza Radio Yareta donde Chile y Bolivia se dan la mano". Duró un año.
-Este es el proyecto que financiaremos si gano el dinero del Global Teacher Prize. Nosotros no solo transmitiremos en español, también en lengua aymara y además realizaremos radioteatro con los cuentos andinos. A mí me hace sentido por todas partes. Ahora lo vamos a lograr.
-¿Su proyecto lo replicaron en Colombia?
-Fíjate que yo fui a Colombia para un sistema de aprendizaje tutorial para que la gente se desarrolle en sus comunidades y no tengan que migrar a las ciudades formando cordones de pobreza. Fantástica idea. Como tarea tuve que presentar un proyecto; presenté una radioemisora en la cual se hacían módulos de aprendizaje. Les hizo tanto sentido a los colombianos que se aplicó en la ciudad de Otavalo, pero acá en Colchane no me pescaron. Ahora yo le tengo fe a la administración actual. Se nota una diferencia enorme con las anteriores.
-Un alumno mío acaba de ganar "Iquique en 100 palabras". Seguimos haciendo ruido le digo al alcalde. También hicimos un proyecto con Explora en la comuna e invitamos a estudiantes bolivianos, con quienes trabajamos como buenos vecinos. Trabajamos con el pueblo de Pisiga Bolivar. Colchane se está despoblando tan rápidamente que antes hacíamos competencias entre escuelas y ahora no tienen ni para hacer un equipo de babyfútbol. Por eso tenemos que buscar a Bolivia y trabajar con ellos. Eso es bonito.
-Usted postuló a un cargo de concejal, ¿Qué lo motivó?
-Me pidieron que me candidateara de concejal. El PS me lo pidió, pero a mí la política no me interesa y no hice campaña. Obtuve cuatro votos, el mío, el de mi señora y los de mis más cercanos. No quiero ser actor político. La política de la educación la veo muy distante porque hay intereses, y la educación tiene muchas aristas y las que se han tocado no son las más importantes. Nunca más postularé a un cargo, ahí murió mi carrera política.
-¿Qué hará cuando deje de hacer clases en Colchane?
-Me gustaría trabajar en la universidad y hacer lo que hizo mi profesor en la Universidad de Tarapacá, José Meza. Él me enseñaba ética y moral profesional, y 10 minutos antes de terminar la clase, él nos contaba sobre su experiencia como profesor rural, y eso era tan rico que me empujó a ser profesor rural. Yo dije: "Voy a ser como este profe". Hoy, al alumno que le va mal le tomo la prueba hasta tres veces. No me interesa ponerle una nota, me interesa que aprenda. Sé que estoy haciendo mal porque a mi alumno en otro lugar lo van a rajar, pero los profesores debiéramos ser así. Tomar la prueba tantas veces hasta que el chico salga bien. Y si aún así salen mal, se las hago oral o les realizo trabajos prácticos hasta que aprendan. Mis alumnos no repiten.
"Necesitamos planes de estudio que se realicen en Chile y no creados afuera"
"Llevo 28 años tratando de implementar una radioemisora de cobertura comunal"