Comercio acusa bajas ventas por "falta" de sol
Parte de los afectados por este panorama climático local es el comercio relacionado a la venta de helados y refrescos.
Uno de los clásicos en este sentido, es la heladería Constenla de calle Zegers, la que lleva 53 años ininterrumpidos vendiendo paletas y las tradicionales "chicha-piña". Su dueño, Raúl Constenla, asegura que la llegada del calor se retrasó en un mes para él. Ya que ahora espera que las ventas repunten recién en noviembre, no como antes como cuenta.
"Con el cambio de clima estamos atrasados con la temporada. Siempre partía el 1 de octubre. Las ventas me han bajado en un cien por ciento", acotó.
Otros afectados son los vendedores de mote con huesillos del centro de la ciudad, que a duras penas venden el tradicional refresco chileno en esta época. "Me ha ido más o menos con la venta", precisó Andrés Monardes, dueño de un carro emprendedor del brebaje en plaza Prat.