Contrabando de cigarrillos
La venta de cigarrillos de contrabando en la región es cada vez más común. El gran número de pasos no habilitados en nuestra frontera, sumado a la escasa fiscalización en el comercio informal, dan cuenta de que este negocio es cada vez más apetecido por las bandas delictuales.
En lo que va del 2017, el Servicio de Aduanas junto a las policías incautaron 10.042.752 cajetillas de cigarrillos, de las cuales más de 5 millones fueron decomisadas en la región de Tarapacá.
Según la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (CNC), este comercio ilícito en Chile se ha multiplicado seis veces en los últimos cinco años, alcanzando el 22,3% del volumen total del mercado en 2017 y generando pérdidas anuales de US$ 500 millones por concepto de evasión tributaria.
Además, el último estudio del Comercio Ilícito de Cigarrillos en Chile, de la CNC y de British American Tobacco Chile, muestra que en la región de Tarapacá, la venta de cigarrillos de contrabando llega al 53%.
En este sentido, es importante que se resguarde en forma más eficiente la venta de este producto de contrabando, no solo por el tema del fraude tributario, sino porque se debe dar confianza a las empresas que se dedican formalmente a producir un producto que es altamente gravado en el país.
Al mismo tiempo, son los consumidores más vulnerables, como los jóvenes y niños, los más expuestos a la venta de estos productos, ya que se pueden adquirir sin ninguna restricción en el comercio informal.
Si bien el trabajo de las policías y del Servicio Nacional de Aduanas es cada vez más especializado para poder frenar este tipo de prácticas, los grandes beneficios económicos que deja, hace que las bandas inviertan cada vez más para poder sortear los controles.
Por otro lado, las penas aumentaron en los últimos años y suben un grado respecto a los demás contrabandos. Parten en los 18 meses hasta los 5 años de cárcel y las multas van desde las 100 a las 1.000 UTM, pero pese a ello, las grandes ganancias hacen que de igual modo estas bandas se arriesguen.
Si bien es claro que el tabaco es una sustancia que genera graves daños a la salud, el hecho que esté legalizado su consumo, implica que el control debe ser más efectivo, no solo de las empresas legales, sino también del que llega por contrabando.
"Los grandes beneficios económicos que deja, hace que las bandas inviertan cada vez más para poder sortear los controles".