El chef que acostumbró a los iquiqueños a comer a la francesa
Guillaume Follin llegó hace dos años con un sueño que pudo concretar en el Norte de Chile, ser independiente.
Con el sueño siempre fijo en la cabeza de querer emigrar de Ruan, ciudad al noroeste de Francia, Guillaume Follin de 33 años llegó a Iquique hace más de dos años. La idea de conocer otro territorio le fascinaba, siempre recorrió el mundo de campamento junto a su familia, de esa forma pudo conocer Indonesia, Portugal, Suiza, Holanda, España e Italia, pero buscaba una aventura, una satisfacción personal, un lugar que no conociera, y gracias a las anécdotas contadas por su padrastro chileno, la visión de concretar este sueño se fue directamente hasta Sudamérica.
Esa posibilidad llegó cuando su madre decidió venir en 2014 junto a su esposo para montar un restaurante, ya que el lugar lo tenían, era la casa en la que Jorge Polanco, padrastro de Guillaume (Guillermo en español) nació y se crió en el que fue el hogar de su abuela.
Siempre ligado a la cocina Guillaume trabajó durante diez años siendo chef en diferentes locales gastronómicos pero su anhelo era emprender, tener su propio restaurante, y esto se veía cada vez más lejano porque, según comentó, la independencia es un proyecto muy difícil y costoso para realizar en Francia.
Luego de que su madre dejara el país él decidió venir en modo vacaciones durante un mes, tiempo que fue suficiente para saber que su proyecto de vida se encontraba en el norte de Chile. "Iquique me gustaba, es una ciudad no tan grande pero tiene su playa, su forma de estar, el centro, la playa, los cerros, me gustó toda esa combinación que al final es Iquique, por eso es que yo tomé la decisión de venir", sostuvo a La Estrella.
"le coin français"
El hogar de su padrastro iquiqueño fue donde Guillermo depositó la primera semilla. Este lugar ubicado en La Puntilla (Obispo Labbé 85) fue diseñado por el mismo chef quien lo llamó "Le Coin Francais" o "El Rincón Francés". Este espacio cuenta con una mueblería que él mismo elaboró con sus propias manos, y junto con la ayuda de un artista amigo quisieron que las paredes reflejaran sus raíces, por lo que la bandera francesa de colores rojo, blanco y azul están insertas en la puerta de este pequeño pero creativo lugar.
Su idea desde un comienzo fue entregar la gastronomía propia del país europeo, pero luego se fue dando cuenta de que la dinámica de los sándwich era lo más apetecido por los iquiqueños, por eso es que en su local ofrece este tipo de comida, pero también un menú de almuerzo diario.
"Yo me adapté a los gustos que quería la gente, pero me tomé todo siempre a la francesa, con mi toque al final y además que los gustos de los chilenos son diferentes a los europeos. También me tuve que adaptar con los productos de acá", contó el chef.
De esta forma ha podido crear platos caseros pero con esa pizca del viejo continente inserta en cada una de sus preparaciones. A manera de ejemplo, comentó que el aderezo fue un elemento que logró incorporar a la francesa. "El aderezo para la ensalada acá es sal, pimienta y limón, en Francia por lo general el aliño es a base de mostaza", agregó, y fue así como sus clientes se acostumbraron a comer de esta forma, así como también lo hizo con la fruta, ya que según su perspectiva aquí se come en tortas o como ensalada, pero él ha optado por hacer, por ejemplo, "duraznos asados en miel o carpaccios de piña o melón", sostuvo con un notorio acento en la palabra melón.
Su aspecto europeo es evidente, muy alto, ojos verdes y su fusión del español con el francés conforman lo más visible de este extranjero que ya se estableció en Chile, el lugar en el que depositó sus sueños y en el que ha podido seguir en la senda de la gastronomía que tanto le gusta.
Ahora tiene una pretensión más grande que es montar un local con más personal y que se atienda en las noches "porque el chileno toma tecito de las 18 a las 10 horas, no cena, entonces va a ser mi sueño de pasar a otra estructura de local", concluyó sonriente e ilusionado de seguir aportando su granito de arena a los platos iquiqueños.
"Yo me adapté a los gustos que quería la gente, pero me tomé todo siempre a la francesa".
Guillaume Follin, Chef y dueño de, "Le Coin Francais"."