Recientemente ha fallecido en nuestra ciudad Marta Marcich Moller. Ella se encuentra en los registros de alcaldes que ha tenido nuestra ciudad; esto entre los años 1981-1986. Su nombre está inscrito entre aquellos que les correspondió guiar los destinos de la comuna en una u otras circunstancias.
Esa nómina que se inicia en 1879 con el primer alcalde, Eduardo de Lapeyrouse Coddou, y que continúa en la actualidad, con la primera autoridad comunal Mauricio Soria Macchiavello. Como se dice, ese cargo fue ocupado entre 1981 y 1986. Fue un cargo designado que se cumplió durante el gobierno militar del presidente Augusto Pinochet Ugarte (1973-1990).
Algo parecido sucedió con la designación del primer alcalde y del primer concejo municipal de Iquique; esto, a instancias de Patricio Lynch Solo de Zaldívar, quien actuaba a nombre del gobierno de Chile y estando como presidente Aníbal Pinto Garmendia. El año 2002 la Ilustre Municipalidad de Iquique, la reconoce como Hija Ilustre, siendo alcalde en ese momento, Jorge Soria Quiroga, quien cumplía su quinto período alcaldicio.
Lo señalado se encuentra en los anales de esta municipalidad.
Importa enunciar también, que más allá de las particularidades y de la generalidad del contexto descrito, éste forma parte intrínseca de la historia de Iquique, de Tarapacá y de Chile. Pareciese que el tiempo todo lo une en un gran momento presente y que a la luz de la reflexión histórica, es un deber proyectarlo de la manera más inteligente y sabia posible, con el único fin de bienestar para sus habitantes y de las generaciones que vendrán.
Nueva familia
Con el matrimonio se forma una nueva familia y con ello la persona más importe para cada uno, pasa a ser su pareja. Esto no significa dejar de querer o preocuparse por los padres.
A su vez, los padres aunque les cueste, deben asumir la situación. Muchas veces los padres, siguen considerándose responsables de ellos y se involucran en el matrimonio, más de lo conveniente.
Es en ese momento, cuando la pareja debe decidir el límite de la relación padres e hijos.
Tienen que enfrentar la situación con cariño, franqueza y respeto. Los padres no tiene malas intenciones y se interesan de verdad por el matrimonio de sus hijos. Por lo tanto, también es importante comprender sus sentimientos y puntos de vista.
Jorge Valenzuela Araya
Pedro Oróstica C.