Una vez más, Chile ha dado al mundo una muestra de civilidad, donde se reconoce al ganador y se acepta la derrota sin mayores dramas.
Por lo tanto, después de haber terminado el proceso eleccionario, solamente queda, que vencedores y vencidos trabajemos unidos por un bien común llamado Chile.
Rescatemos lo bueno de cada ideología política.
Dejemos a un lado el fanatismo y el egoísmo. No hay nada más importante para nuestro desarrollo que la unidad y la tolerancia sin dobleces.
Jorge Valenzuela Araya.
Carta abierta a los chilenos
La elección del domingo pasado, nos debería dejar en una profunda reflexión. No en el sentido de pesar, de desesperanza, frustración o desesperación como lo está pasando en este minuto la izquierda.
Me refiero a una reflexión profunda sobre los desafíos que vienen y qué cosas como ciudadanos debemos hacer para que a Chile le vaya bien en el futuro.
Generalmente (ya esto se ha hecho casi una costumbre) los chilenos piensan que solo basta con votar para producir cambios profundos, en pos del bien común y del progreso de nuestro país.
Sin embargo, esto no es suficiente y ha quedado más que demostrado en los varios gobiernos que han regido por los últimos treinta años, marcados por la mediocridad y la falta de compromiso con la ciudadanía.
No basta con solo votar, sino que hay que involucrarse de lleno en los problemas del país y en la tarea de los gobiernos.
No se trata de colores políticos, gustos, ideologías o principios, se trata única y exclusivamente de Chile.
Todos somos chilenos y a nadie le debe ser indiferente el progreso y el cambio que Chile necesita.
La participación es fundamental, una actitud ejemplar frente a tu país.
Sin ella no podríamos crecer y salir adelante. Es por eso que insto a todos aquellos que anhelan un Chile mejor, con más seguridad, respeto, alegría, paz, desarrollo, justicia, igualdad y solidaridad, se involucren y sean parte de la próxima etapa que viene.
Muchas gracias por su atención.
Rafael López Gajardo.