Las alternativas no digitales para esta Navidad en ferias establecidas
Locales en la Persa y Monumental deben enfrentarse con productos convencionales al boom de las ofertas tecnológicas en los retail y del comercio ambulante.
En el local de Vasthi López en la Feria Persa hay juegos didácticos, como los rompecabezas, y de salón. En un mueble pegado a la pared están ordenados los cuentos y otros libros, algunos para colorear, que ofrece a niños de distintas edades. Sus precios fluctúan entre los $1.500 y $15.000.
El jueves 14, López proyectó una venta de aproximadamente $100 mil diarios los días antes al domingo 24. El sábado y domingo pasado esto se cumplió. Sin embargo, dice que al menos hace siete u ocho años las ventas empezaron a bajar. "Hoy se vende 80% menos".
Hace ocho años, añade, dos semanas antes de la Navidad la gente ya andaba comprando en la feria. Hoy, la frecuencia de los clientes de los locales de juguetes y juegos es menor.
López antes vendía juguetes que estaban de moda, pero la presencia de las tiendas del retail, del comercio ambulante y el uso masivo de las tarjetas de crédito y débito, hizo que se dedicara en el año, principalmente, a productos "retro" y escolares. Igual hay una parte de su local para los otros productos.
Frente suyo hay otro local de juegos, juguetes y libros, uno de los pocos que quedan en la feria Persa. Yessica Morales es la dueña, y también proyectó una venta de $100 mil diarios en los días previos a la Navidad. Consiguió un poco menos este fin de semana.
De enero su fuerte son los productos escolares. En diciembre renueva su oferta incluyendo juguetes de marca Hasbro para los más pequeños, los que se suman a los juegos didácticos, de salón y a los libros que se mantienen durante el año.
"El juego más caro vale $6.900, que es un bingo que ayuda a los niños a aprender palabras en inglés. En vez de traer fichas numéricas, trae fichas en inglés", dice Geeslaaine, una de las trabajadoras.
Ambos locales llevan 26 años de actividad, con clientes que siguen prefiriendo juegos y juguetes alejados de la era digital .
Virginia Tapia lleva una cantidad parecida de años vendiendo productos pero en la Feria Monumental.
Sus ventas el fin de semana pasado subieron a $300 mil y cree que esta semana hasta el sábado sus ganancias diarias oscilarán entre los $120 y $200 mil. "El 24 eso sí espero ganar unos $700 mil".
A diferencia de las comerciantes de la feria Persa, Tapia vende juguetes convencionales, y este año las muñecas y las carrozas para princesas, por ejemplo, han sido unos de los preferidos como regalo para las niñas, y el taca-taca y un set de soldados para los varones. "Además por el verano, se llevan los baldes y las carretillas para la playa".
Su vecino Víctor Osorio tiene de oferta un arco con flechas a $5 mil, "pero los ambulantes lo venden a $3 mil", reclama, porque a diferencia de los vendedores que ofrecen en las calles, él paga impuestos, permiso y otros costos.
6 mil 900 pesos cuesta el juguete más caro en uno de los locales de la Feria Persa.