Termino el año con un derecho conculcado. Me han privado el derecho al paisaje. Un derecho subjetivo, al decir de expertos, que permite el goce en el espacio público de cualquier elemento, en este caso de la naturaleza.

Frente a mi casa, se ha erguido una torre de departamentos de cerca de 30 pisos. Una mole, prepotente y fea que me impide ver, como cada mañana lo hacía, el hermoso cerro Esmeralda. Y no solo esto, es una cortina de hormigón armado que atrasa la llegada del sol.

Demás está decir que los naturales de Ike-Ike, nacemos con las referencias del cerro y del mar. Un arriba y un abajo, dos contrarios que se complementan y que para el lado norte, se besan. Un cerro que los obreros bajaron, en diciembre del 1907. Un cerro por donde el longino se iba o volvía con una calma extraordinaria. Un lugar donde se peregrina en Semana Santa. Un lugar donde un reloj nos avisa la hora y que certifica nuestros atrasos. Un cerro que en los 60, con tarros y huaipes permitía encender letreros con el nombre de nuestros candidatos. Un lugar donde la búsqueda de la brillantina ayudaba a la economía de casa. Un cerro que escondía tesoros que nunca encontramos. Hemos sido privados los vecinos de esos colores que según el sol, va cambiando sus colores.

Es un edificio que nos insulta y que nos priva además, de nuestra privacidad. Carece, como si fuera poco, de áreas verdes. Seis a ocho meses de escuchar todo tipo de ruidos, silbatos, y más bulla. Ahora se nos viene la congestión vehicular, la disputa por los estacionamientos. Al lado un gimnasio que vomita música estridente y trata, sin éxito, de esculpir cuerpos. Espero no sea un ghetto vertical como los hay tantos.

Les deseo como fin de año un buen vivir a los nuevos vecinos. Y les cuento que al frente hay un hermoso centro de documentación: libros, fotografías, vinilos, etc, que pueden consultar. A mis lectores y lectoras que tengan un buen 2018. Perdonen lo poco.

"Los naturales de Ike-Ike, nacemos con las referencias del cerro y del mar. Un arriba y un abajo, dos contrarios que se complementan y que para el lado norte, se besan".

Bernardo Guerrero Jiménez,, Sociólogo."

Mucho más amplia se ve calle Vivar tras la salida de los vendedores ambulantes. Lo malo es que con el despeje de las veredas ahora es más notorio el mal estado de las vías. Es de esperar que se mejoren en el más breve plazo.

Se están preparando

Al menos para el Año Nuevo entusiasmo hay. Es cosa de ver las peluquerías y tiendas de ropa y cotillón repletas de personas en la ciudad para percibir que la comunidad está con ganas de celebrar y para ello no escatiman esfuerzos. Ojalá sea una linda fiesta la de esta noche.

Los uruguayos

Una dupla uruguaya es la apuesta de la dirigencia del CDI para la ofensiva del equipo en el próximo torneo. Los jugadores anunciaron que no dan pelota por perdida y es de esperar que así sea, pues la falta de lucha y entrega es algo que el hincha celeste no perdona.

Se va el 2017, un año que como todos, tuvo grandes momentos y otros para reflexionar. Sin duda estuvo marcado por las elecciones presidenciales, parlamentarias y de consejeros regionales, que más allá de dejar ganadores y vencidos, trajo también profundas divisiones.

Este proceso, comenzaba ya el año anterior, con los comicios municipales, los que mostraban ya, a manera de anuncio, lo que se vendría.

Pero el 2018, luego de una profunda meditación de todos los actores, también aparece como una oportunidad para reflexionar en torno a los intereses personales en contraposición a las necesidades de la comunidad, la que espera puedan verse materializadas todas las propuestas realizadas y olvidadas las rencillas que retrasan el desarrollo de la región.

También el 2017 fue de dulce y de agraz en lo deportivo, pues en la primera parte del año Deportes Iquique peleaba los primeros lugares y jugaba copas internacionales, derrotando incluso a Gremio, equipo carioca que luego sería, nada más y nada menos, el campeón de la Copa Libertadores de América. Ello por un lado, pues también en dicha etapa del año que nos deja había gran ilusión por La Roja y una clasificación al Mundial de Rusia 2018. El segundo semestre fue para el olvido. El CDI no se hacía respetar en Cavancha y los dirigidos de Juan Antonio Pizzi sellaban su eliminación. Un oasis en el desierto fue Ramón Mascareña levantando el cinturón de campeón de Chile en el boxeo.

También hubo grandes noticias, como el inesperado anuncio de la presencia del Papa Francisco en Iquique, cuyos preparativos están en plena ejecución y que hoy concentran la labor de las autoridades civiles y eclesiásticas, además de las esperanzas del rubro turístico, hito que entusiasma en el inicio de este nuevo año.

Paralelo a todos estos hechos, no hay que perder de vista ese efecto que tiene el Año Nuevo, de dejar atrás lo malo y comenzar de nuevo. La historia, por supuesto, no puede ser jamás dejada de lado ni olvidada, pero sí se puede tomar sus enseñanzas para intentar entre todos quienes habitan esta región, construir un mejor futuro aprendiendo de los errores y poniendo voluntad en todo lo que se emprende.

"No hay que perder de vista ese efecto que tiene el Año Nuevo, de dejar atrás lo malo y comenzar de nuevo".