El casco histórico luce sus joyas arquitectónicas
El Palacio Astoreca, el Casino Español y el Teatro Municipal, destacan entre los edificios con valor patrimonial de la ciudad.
La arquitectura del casco central de la ciudad tiene un gran valor patrimonial, por su antigüedad, belleza y por la historia que encierra entre sus muros.
Edificios como el Palacio Astoreca, el Casino Español y el Teatro Municipal, son solo ejemplos de los espacios que los turistas deben conocer y los iquiqueños valorar, porque forman parte de la identidad local.
Demos un recorrido por cada uno de ellos, comenzando por el Palacio Astoreca, el cual se comenzó a construir en 1.903, por encargo de Juan Higinio de Astoreca, dueño de varias oficinas salitreras.
Ubicado en Bernardo O'Higgins 399, su arquitectura está inspirada en el estilo Georgiano.
El edificio tiene una extensión de 1.400 m2, consta de 27 habitaciones, decoradas con mobiliario de diversos estilos, tales como Neo Luis XVI, Art Nouveau y Neo Renacimiento francés.
La casa perteneció a la familia Astoreca, pero nunca fue habitada por ellos, porque su dueño murió antes de que se culminara la construcción.
En 1909 fue vendida al gobierno de la época, con todo su mobiliario, y hasta 1977 funcionó la intendencia de la provincia y luego la regional.
En 1994 fue declarado Monumento Histórico Nacional y hoy funciona como un museo, perteneciente al Centro de Extensión Cultural de la Universidad Arturo Prat.
Estilo barroco
Al lado de la plaza Prat destaca el imponente edificio del Casino Español, de estilo barroco morisco, fundado el 10 de junio de 1904 como lugar de esparcimiento para la colonia española en Iquique.
En el lugar funciona un restaurante, siendo la especialidad de la casa la tortilla española, la paella y los riñones al jerez.
Aunque, si lo que el visitante desea es recorrer el inmueble histórico completo, puede enviar por escrito una solicitud al directorio y fijar una visita guiada.
Al otro lado de la plaza Arturo Prat se encuentra el Teatro Municipal, construido en 1889, su fachada es de estilo neoclásico y muestra cuatro figuras femeninas, las cuales representan las cuatro estaciones del año.
Su construcción es a base de madera de pino oregón. Bajo su cúpula central están pintados cuatro genios de la música, así como cuatro querubines que representan la música, la danza, la pintura y el teatro. Actualmente está en remodelación.