Una mala noticia recibieron 20 juntas vecinales de Alto Hospicio, las que quedaron excluidas de participar en la postulación de los recursos que otorga el Fondo Nacional de Desarrollo Regional (Fndr), el que destina el seis por ciento de sus dineros para la implementación de proyectos en estas unidades poblacionales.
Estos recursos están destinados a materializar aquellas iniciativas que pretenden ir en ayuda de la comunidad en infraestructura barrial, como equipamiento de sedes, espacios deportivos, mejoramientos de plazas y áreas verdes y otros proyectos acotados pero que terminan generando un impacto directo en las comunidades.
De acuerdo a los antecedentes entregados por el Gobierno Regional, la inhabilitación se genera, por ejemplo, cuando los proyectos están con sus convenios vencidos, presentan observaciones en la rendición de cuentas o existen saldos pendientes, entre otros.
En consecuencia, muchos habitantes de los barrios de esa comuna se ven afectados y deben esperar hasta que todo esté en regla. No obstante, desde las uniones comunales son claros en manifestar que la situación se hace aún más compleja si se considera que muchos de los dirigentes vecinales dejan sus cargos y terminan traspasando el problema a las nuevas directivas.
En este sentido, una de las ideas planteadas por las uniones comunales es traspasar el tema a los representantes legales de cada unidad, de forma que sean ellos quienes se hagan responsables y no afecten el desarrollo de sus poblaciones. Sin embargo, es evidente que la solución no puede apartarse de la reglamentación vigente, ya que en ese caso el resultado podría ser todavía peor.
Considerando que el problema lo arrastran veinte juntas de vecinos, parece necesario buscar más herramientas que permitan a los dirigentes conocer a cabalidad cómo se desarrollan estos procesos, de modo que la formulación de las iniciativas y las rendiciones no sean objetadas por los organismos competentes.
Junto a la constante capacitación, es relevante que los dirigentes asuman un real compromiso con sus comunidades, sobre todo porque estas organizaciones son una pieza clave en el mejoramiento de la calidad de vida de la población.
"Es importante, además, que los dirigentes vecinales asuman un real compromiso con sus comunidades".