Deportes Iquique comenzó su historia en el nuevo Campeonato Nacional 2018 y lo hizo en uno de los más adversos escenarios. De visita jugó en Viña del Mar contra Everton, uno de los equipos que ha mostrado buenos resultados en los últimos torneos.
También venía de una derrota en Calama ante Cobreloa y un empate en casa ante San Marcos de Arica, donde solo anotó un gol, antecedentes que no hacían entusiasmar demasiado a una hinchada que estaba ávida de triunfos.
Con este prólogo, muy buena noticia fue la victoria del equipo, pues con pasajes de buen fútbol logró sumar tres puntos, pero más importante aún, borrar con el triunfo un torneo de Clausura 2017 muy malo para la institución.
El triunfo en el estadio Sausalito permitirá que el iquiqueño Erick Guerrero pueda trabajar con tranquilidad y demostrar sus capacidades, pues por primera vez es el encargado del equipo como titular en el cargo, pues cada vez que tomó el club lo hizo siempre como interino.
También lucieron bien varios de los refuerzos que se integraron al equipo, mostrando que se invirtió mejor que en el torneo pasado. Esteban Carvajal, Raúl Becerra y Michael Ríos mostraron ser un aporte, sumado al correcto desempeño de algunos que ya han vestido la camiseta en otras temporadas.
Pero este torneo es más que un partido, pues hay terreno que recuperar. Los objetivos están claros. Estar lejos del descenso, pelear en la parte alta de la tabla y clasificar a un torneo internacional. La apuesta es que todo ello se logre.
Un punto negro, discutido ya por una década, está en el estadio donde el equipo hace de local. El técnico Erick Guerrero lo manifestó previo al partido, su deseo es que ojalá de aquí a dos años pueda estar jugando en Iquique, en el nuevo Tierra de Campeones, ya en construcción. Ante eso se espera que el proyecto no sume complicaciones y pueda terminarse de acuerdo a lo programado.
No queda más, por ahora, que el equipo mantenga el nivel, ya sea jugando en Calama, como lo hará la próxima semana o en Cavancha, como será en la subsiguiente. El CDI comenzó esta nueva historia, depende solo de ellos cómo terminará.
"Los objetivos están claros. Estar lejos del descenso, pelear en la parte alta de la tabla y clasificar a un torneo internacional"."
Año Nuevo Chino 2018
China es un país con una rica historia de más de 5 mil años. A lo largo de ella, se ha formado una diversa serie de fiestas tradicionales portadoras de la cultura y espíritu del pueblo chino. A pesar del cambio de tiempo están profundamente arraigadas en sus corazones y demuestran su gran vitalidad, convirtiéndose paulatinamente en parte del patrimonio de la cultura china.
De las fiestas tradicionales, la más importante es el Año Nuevo Chino también llamado Fiesta de la Primavera. Es el comienzo del año nuevo regido por el calendario lunar a diferencia del gregoriano usado en occidente. Es el momento en que termina el invierno y comienza la primavera. Cada año está regido por un animal del zodiaco chino. 2018 es el año del perro y cae el 16 de febrero. Las celebraciones duran varios días y es una época llena de acción en las que prevalecen las costumbres tradicionales: limpiar prolijamente toda la casa para eliminar todo lo malo que se haya acumulado el año anterior, colgar estampas de año nuevo, escribir pareados de primavera y decorar el hogar.
La víspera es el momento más importante de la fiesta: es el de la unión de toda la familia (los chinos ausentes siempre vuelven a casa). La cena es muy especial y simbólica: no puede faltar el pescado (prosperidad), los pasteles de arroz glutinoso (una vida mejor cada año) y las empanadillas chinas o ravioles (su forma recuerda mucho a los lingotes antiguos de plata). Después de la rica cena, charlan y esperan el nuevo día (velar la noche).
Los fuegos artificiales y petardos son un clásico (asustar a los malos espíritus y atraer la buena suerte), la música de año nuevo se escucha por doquier, se entrega dinero a los más jóvenes en sobres rojos (color que simboliza la buena suerte) y se mantiene el culto a los ancestros recordando a los fallecidos. Se visita a los parientes y amigos. Se acercan a los templos para pedir buena suerte y fortuna.
En las plazas y otros lugares no faltan la danza del dragón y la del león, paseos de los equilibristas sobre zancos y bailes tradicionales.
Lo más importante de esta fiesta es que conlleva un momento de unión, felicidad y reconciliación en medio de la atmósfera amistosa y llena de calor humano anhelando paz y felicidad para todos los seres.