Las redes sociales han dado nuevas dinámicas en relaciones laborales, para mejor o para peor.
De esta manera aplicaciones como Instagram llevan a que gente que no necesariamente son amigos (muchas veces sapos), critiquen a personas o estén pendientes de sus actividades.
Fuera de lo curioso de este fenómeno, nos recuerda que hay personas (individuos) con demasiado tiempo para dedicarse al ocio.
Esto nos debe preocupar en una sociedad con muchas horas de trabajo y baja productividad, denotando falencias personales y deficiencias de trabajo en conjunto.
Las redes sociales nos demuestran un mundo que no es tal, sin embargo muchos se preocupan de lo que no es.
Natalia Véliz,
antropóloga social
Apariencias
Hace unos días caminando por un céntrico paseo de la capital me llamó la atención un muchacho de unos 20 años, llevaba un gorro y polera alusivo al consumo de marihuana. A mí me gustan los barros luco, pero no ando con una polera, gorro o jactándome de que comí barros luco hoy o cuántas veces al día consumí alguno.
El muchacho se sentía respetado y aceptado por transmitir al mundo que consume algo ilícito, aún sabiendo que al hacerlo se hace daño, una 'choreza'. Algo similar ocurre con el alcohol y no se trata de veinteañeros, ¿Qué sentido tiene eso? El mismo por qué los chilenos quieren ser rubios, niegan sus raíces, se compran vehículos que no necesitan y que muchas veces no pueden pagar.
Gerardo Rueda Rodas
Intendentes
Esperemos que los intendentes nombrados por el Presidente electo tengan la capacidad de trabajo en equipo y generosidad que tan necesaria es en la política de nuestro país. Su labor en regiones es fundamental para avanzar hacia una descentralización efectiva, al igual que para terminar con vicios en el sistema público tras cuatro años de una fiebre estatista que nos tenía estancado.
Ojalá recuerden que hay principios, valores y mandatos de la ciudadanía que cumplir, basados en la libertad responsable y en los valores trascendentes de la República de Chile.
Federico Urra,
profesor de Estado