EDITORIAL
Alta seguridad en cárceles
Un reportaje de la Revista El Sábado del Diario El Mercurio, saca a la luz una realidad muy dura en la cárcel de Alto Hospicio. La muerte de nueve reos desde el 2009 a la fecha, en lo que fue inaugurado como un recinto de alta seguridad.
El trabajo periodístico, a raíz del último indulto que la presidenta Michelle Bachelet entregó a un interno que fue apuñalado dentro de la cárcel y que se encuentra en estado vegetal, abrió las luces a nivel nacional de una problemática que para la región no es nueva.
En este sentido, hay que detenerse en uno de los antecedentes arrojados por la investigación periodística, el cual indica que las cámaras de seguridad no pudieron grabar ninguno de los incidentes que terminaron con la muerte de los internos, lo que sin duda es algo que deberá ser indagado por los organismos competentes.
La construcción de cárceles concesionadas, suponía una gran mejora en las condiciones de hacinamiento, seguridad y hasta planes de rehabilitación de los internos, sin embargo, en este caso la empresa SIGES, a cargo del complejo penitenciario, muestra claras deficiencias.
Si bien, en muchas ocasiones estas situaciones no son tomadas en cuenta por las autoridades, ni por el común de la sociedad, es necesario que se asuma que al estar en una prisión, es el Estado el que se hace responsable de estas personas, tanto para que estos cumplan su pena, pero también para que no pongan en riesgo su integridad.
Asimismo, con todas las dificultades de transporte que significa llegar al apartado lugar, son miles de personas que acuden al recinto semana a semana para visitar a sus familiares, los que se encuentran en prisión por delitos que van desde un robo simple hasta un homicidio, y donde se suma la incertidumbre de no saber si estarán vivos.
Con los recursos que desembolsa el Estado en la mantención de las cárceles, es importante que se exija mejores estándares de seguridad a las concesionarias, ya que no se puede esperar a una tragedia para poder reaccionar ante un fenómeno cada vez más común.
"La construcción de cárceles concesionadas, suponía una gran mejora en las condiciones de hacinamiento, seguridad".