Difundir en América Latina el significado de los mensajes enviados por la virgen María a través de una persona que antes se caracterizaba por tener poca fe religiosa, es el objetivo de la visita que realiza en la región el sacerdote brasileño, Rubén Schuch.
Nos estamos acostumbrando en Chile al análisis parcial sobre el desenvolvimiento de las regiones. Existen cifras desagregadas regionalmente, sin embargo, no tenemos políticas públicas de largo plazo que apunten, por ejemplo, al ordenamiento territorial o las áreas estratégicas priorizadas regionalmente. En Chile es muy difícil pensar el país o las regiones más allá de cuatro años. Todavía nuestra mentalidad responde a una visión estado-céntrica de la realidad, es decir, vemos a la región como una escala intermedia entre el estado-nación y lo local (que identificamos con lo municipal). Creo, en cambio, que desde hace varias décadas lo regional dejó de ser un fenómeno intermedio para ser entendido en su autonomía. En otras latitudes es normal hablar sobre la internacionalización de las regiones y la paradiplomacia.
A fines del siglo pasado, el economista y regionalista Sergio Boisier, hablaba con optimismo de las regiones "al encuentro del siglo veintiuno". Ya estamos finalizando la segunda década de este nuevo siglo y todavía en Chile no se implementa una reforma profunda de los Gobiernos Regionales. Una señal relevante es la iniciativa que permitirá la elección en 2020 de gobernadores regionales.
Más allá de la estructura político-administrativa, la principal palanca para alcanzar el desarrollo regional es la propia comunidad regional que, si tiene propósitos y objetivos bien definidos, puede consensuar iniciativas que, incluso pueden estar por sobre las diferencias políticas, escenario cada día más difícil en un Chile altamente intolerante y escasamente dialogante. A escala regional, producto de la menor distancia con los problemas comunes podría permitir aunar esfuerzos, como aconteció en algunos períodos de nuestro pasado tarapaqueño. En 1928, ad portas a gran crisis salitrera, Carlos Harms Espejo, recogiendo un clamor iquiqueño escribió su notable libro "Los grandes problemas de la zona norte de Chile", que fue editado en 1930 por la Imprenta y Litografía "La Ilustración". Este libro es una verdadera estrategia de desarrollo regional, que surgió sin burocracia, pero con gran apoyo ciudadano. Harms Espejo supo expresar un objetivo compartido de desarrollo de Tarapacá que, más allá que sus propuestas fueran concretadas por el estado central, quedaron como testimonio de un capital social regional, o, que es lo mismo de inteligencia regional. El libro de Harms Espejo, como su propio autor, quedaron en el olvido, pero la editorial iquiqueña OSAR, lo ha reeditado dando una señal que podemos sacar lecciones del pasado.
"La principal palanca para alcanzar el desarrollo regional es la propia comunidad".
Sergio González Miranda,, Premio Nacional de Historia"
Aunque el actual gobierno ha puesto entre sus prioridades la seguridad, la salud y la educación, es necesario que exista un análisis y un plan para solucionar el que a simple vista parece ser el principal problema de la Región de Tarapacá.
Las cifras indican que existe un déficit de 11 mil viviendas sociales, además de otras 6 mil de otros tipos en la región, hecho que en el caso de ciudades como Iquique y Alto Hospicio es realmente crítico.
Los costos de los terrenos se han incrementado en los últimos 20 años y la inexistencia de planes reguladores que permitan acceder a nuevos terrenos urbanizados, hace que sea difícil ver un horizonte claro.
El gobierno anterior buscó dar una solución a este problema con proyectos como el plan maestro de Alto Hospicio y el de Altos de Playa Blanca en Iquique, iniciativas que si bien solo están en sus primeras etapas no bastan para dar solución al problema.
En este sentido, se requiere que tanto desde el ministerio, como desde el gobierno regional, se defina una estrategia más clara y ambiciosa para poder dar solución a una problemática donde los ciudadanos están ansiosos de tener resultados.
Por un lado la Municipalidad de Iquique ya entregó a una consultora la elaboración de un plan regulador. Es necesario que se generen acciones público privadas que permitan facilitar la urbanización de terrenos y el levantamiento de proyectos a valores más bajos.
Mientras esto no ocurra será difícil que privados se interesen en construir viviendas sociales o para la clase media emergente en Iquique, ya que además de los costos por terrenos, se suman los de urbanización.
Por el momento miles de personas siguen esperando, no solo en tomas de terreno que crecen exponencialmente en los últimos años, sino también viviendo como allegados en casas de familiares o hacinados en conventillos.
Ahora más que nunca se requerirán soluciones creativas y la alianza público privada, donde además no se puede descartar nada, incluso las ideas del Sorismo que fueron desestimadas en los últimos cuatro años. Tarapacá puede revertir su problema habitacional y para ello se necesita unidad.
"Se requiere que tanto desde el ministerio, como desde el gobierno regional, se defina una estrategia más clara y ambiciosa".
Muchas veces la educación no está relacionada con la instrucción que reciben las personas. Muchos profesionales lo demuestran en las redes sociales con un sinnúmero de descalificaciones contra el que no piensa igual que ellos.
Es interesante ver como cada día aumenta el número de personas que realizan deportes al aire libre. Aunque por mucho tiempo esta práctica solo se dejaba para el gimnasio, ahora es común la presencia de la bicicleta o los amantes del trekking en la costanera.
Ojalá que ahora sí se pueda instaurar un sistema de transporte público moderno para la ciudad de Iquique. Los últimos cuatro años se hicieron una serie de diagnósticos, con comisiones nacionales incluidas que finalmente solo quedaron en ideas y propuestas.