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El dúo profesora alumna que existe en Chiapa

Desde la silenciosa Escuela G-56,se escuchan de lunes a viernes las conversaciones de la profesora Marcia Rich, junto a su única alumna, Yeny Choque Rojas.
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Francisca Cabello Iriarte

Llega el lunes de cada semana y Marcia Rich Rojas se prepara para un nuevo día de clases, toma el bus a las 5:30 horas para estar puntual en la Escuela G-56, ubicada en la localidad de Chiapa en la comuna de Huara.

Ella es la única profesora que imparte las materias de enseñanza básica a su única alumna, Yeny Choque Rojas, quien vive en el pueblo de Jaiña, a 20 minutos de la Quebrada de Aroma. Esta modalidad fue a la que se vio obligada a realizar la estudiante porque en su lugar de origen la escuela tuvo que cerrar, producto de la inexistencia de niños y niñas. Así es que todas las mañanas Yeny llega hasta Chiapa para una nueva jornada escolar completa, que ya la tiene en sexto año aprendiendo sobre las diferentes asignaturas pero con una más favorita que otras, las matemáticas.

Esta pequeña dice que los números y las ecuaciones son lo suyo porque "es fácil", y así se lo hizo saber su profesora, quien luego de tomarla este año le hizo un diagnóstico donde "demostró buen nivel de logro, ella es una alumna que está en condiciones apropiadas para cursar el sexto año", contó Marcia a La Estrella.

Para la profesora, este escenario es más que conocido, lleva 31 años al servicio de esta comuna en el Tamarugal, y ya ha trabajado en Soga, otro recóndito lugar donde también fue unidocente y los resultados fueron impresionantes para ella, su alumno quien hoy cursa primero medio se encuentra en Arica, y dice que no tuvo mayor problema de reinserción.

Y eso es precisamente lo que busca transmitirle a Yeny, por eso le dijo sí a la nueva oportunidad que le brindaron de tomar la educación de una alumna. "Yo opté nuevamente por tomar este desafío porque siento que tengo las herramientas, estoy preparada para estar en estos lugares y para cumplir con los objetivos y las metas propuestas por el Ministerio de Educación en estas escuelas que son alejadas", sostuvo la profesora.

Las condiciones en las que trabajan a diario no son las mejores, cuentan con un computador pero muchas veces no con la mejor señal, no existen muchos recursos y los materiales que piden no siempre llegan puntuales, sin embargo, para Marcia este tipo de circunstancias "no es que nos aminore, al contrario, yo creo que nos hace como desarrollar mejores características para estar en estos lugares", dijo la educadora, y bajo su experiencia ha podido sobrellevar estas situaciones, y lleva consigo su internet portable para que además de los libros, también puedan trabajar y aprender a través de la tecnología.

Familia

Hoy Marcia está abocada principalmente a su vocación, una que le quita vida familiar de lunes a viernes, pero siente que el trabajo con sus hijos ya está hecho, son profesionales ambos y fueron formados desde la educación rural, una experiencia que para ella, "fue una satisfacción inmensa haberles proporcionado en parte esta educación rural con valores y con principios".

Su hijo mayor Juan, pasó la educación básica en la escuela fronteriza de Tarapacá, donde Marcia trabajó por nueve años, y Teddy, el menor, la acompañó y tomó clases en los establecimientos de Chusmiza y en Pachica, para que luego ambos terminaran estudiando en Iquique. Por estas razones es que Marcia valora la educación rural, una labor que ha desempañado toda su vida y que pretende seguir experimentando.

"Yo opté nuevamente por tomar este desafío porque siento que tengo las herramientas, estoy preparada".

Marcia Rich Rojas, profesora de enseñanza básica en la Escuela G-56 de Chiapa."