Cómo ahorrar
Trucos para evitar el alto consumo de la lavadora Hay fórmulas que ayudan a sacar el mejor partido al uso de la lavadora. Entre estos está el tipo de detergente que se utiliza, la cantidad de ropa que se pone y la limpieza de la máquina.
Usar una carga llena. Una forma de ahorrar energía es esperar a acumular prendas suficientes que necesiten el mismo tratamiento (blancas, color o delicadas) para poner en la lavadora. Esto, porque cuando la lavadora no está llena, se malgasta agua y energía. Al hacerlo no hay que sobrepasarse, porque la lavadora no podrá hacer bien su labor y la ropa saldrá sucia. Lo ideal es dejar espacio entre la ropa y el techo del tambor para que la ropa logre girar en el agua.
Hay que fijarse en la cantidad de detergente por carga. Poner más de lo indicado por el fabricante sólo logrará dejar residuos que obstruyan el funcionamiento de la máquina. Los detergentes líquidos facilitan la disolución y, si son en polvo, es mejor echarlos a la lavadora disueltos en agua tibia.
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Mantener la lavadora limpia es clave para que su trabajo sea eficiente. El filtro es una de las partes de la máquina que suele ser olvidada, lo que es un error. Sin embargo, mantenerla limpia es fundamental. Hay que revisarla y limpiarla, por lo menos, una vez al mes. Al hacerlo con frecuencia, se alargará la vida útil de la lavadora también. Esto, ya que la presencia de sarro puede aumentar el consumo de energía de la máquina hasta en un 20%.
Hay que tener cuidado con la temperatura del agua, porque lavar con el agua de la lavadora supone entre el 80% y el 85 % de su consumo eléctrico. Por eso, los programas fríos resultan más prácticos y contribuyen a ahorrar energía. Por lo mismo, es mejor usarlo siempre, salvo que se laven prendas que estén demasiado sucias.