Una verdadera polémica se ha generado a partir de la decisión del gobierno de no entregar terrenos a la municipalidad para uno de sus proyectos más difundidos como es Lobito.
La idea de la municipalidad, que se ha mantenido en una promesa que no se ha podido concretar en varias décadas, busca a través del cooperativismo entregar terrenos a las personas, los que serían utilizados como respaldo económico de las familias para solicitar financiamiento bancario para la construcción de viviendas.
A su vez, tras analizar el proyecto, el gobierno regional finalmente decidió interrumpir la entrega de una concesión que se había solicitado durante la gestión anterior para que la municipalidad realice los estudios.
Según la administración de gobierno la decisión de cortar el proyecto responde a que se estaría ilusionando a las personas con una iniciativa inviable, al menos, mientras no exista un plan regulador.
Aunque indudablemente son dos posturas que se oponen, es necesario que se llegue a una opción para luchar contra el déficit habitacional de la ciudad, ya sea en Lobito o en otro lugar. Lo que sí está claro es que debe ser fuera del radio urbano.
El gobierno anterior si bien no fue tajante con su negativa a Lobito, sin duda lo mantuvo a raya a partir del proyecto Altos Playa Blanca, el cual se vendió como una gran solución, pero que no cumplió con las expectativas, ni en número de viviendas, ni en los tiempos de entrega.
Lo que queda, es que exista un acercamiento entre municipio y gobierno con el fin de que se pueda llegar a la mejor solución para las personas. Si es que realmente es inviable el proyecto de Lobito se deben generar acciones distintas, pero que sean una solución real para las miles de familias que esperan la posibilidad de tener una vivienda.
Iquique no puede seguir creciendo solo a través de edificios en altura, debe existir una alternativa para las familias vulnerables y de clase media emergente que necesitan una solución habitacional pero que con los elevados costos del suelo no tienen opciones en el mercado inmobiliario.
"Lo que queda, es que exista un acercamiento entre municipio y gobierno con el fin de que se pueda llegar a la mejor solución".