Protocolos por casos de acoso
Las tomas han sido el común denominador en las universidades del país en los últimos días. Pero esta vez no es la gratuidad, ni las becas, ni el crédito con aval del Estado, sino la necesidad de establecer protocolos de parte de las autoridades académicas, para evitar el acoso a los estudiantes.
Las denuncias de acoso, principalmente de carácter sexual que se amparan en la relación de poder, se han tomado la agenda noticiosa en los últimos meses y han ido avanzado en distintos sectores.
Si bien parte con denuncias en el mundo del espectáculo, primero a nivel internacional y luego local, esto ha servido para que en otras áreas se generen cuestionamientos que apuntan a transparentar estas situaciones.
En el caso de Tarapacá, si bien estas temáticas no son actuales, este último viernes un grupo de estudiantes de la Universidad Arturo Prat realizaron la toma del edificio de rectoría del plantel exigiendo más transparencia en los procesos de sumarios administrativos que enfrentan algunos académicos.
Si bien estas investigaciones en los servicios públicos son reservadas, es importante que sus resultados se puedan dar a conocer a la comunidad universitaria con el fin de que sean los mismos estudiantes, académicos o funcionarios quienes puedan enterarse del avance de las investigaciones.
Es importante acoger las solicitudes de los estudiantes, lo que sin embargo no debe significar una cacería de brujas de académicos o funcionarios. La idea es analizar caso a caso, y si bien se deben generar sanciones cuando estas correspondan, en el caso de que no sea así, también se deben generar las acciones aclaratorias con el fin de limpiar la imagen de quienes se puedan ver afectados.
Independiente de resolver los casos particulares que afligen a cada universidad del país, el Consejo de Rectores y demás organizaciones que reúnen a los planteles de educación superior, deben sentarse a trabajar en normativas claras que permitan ofrecer procedimientos para resolver estos conflictos de una forma moderna y acorde a las necesidades del mundo actual.
"Es importante acoger las solicitudes de los estudiantes, lo que sin embargo no debe significar una cacería de brujas".