Lancheros del muelle Prat esperan listos el 21 de Mayo
Los navegantes contaron sus viajes más anecdóticos. Un total de seis embarcaciones están disponibles.
"Buenas tardes estimados pasajeros, hoy seré su guía durante su romería a la Boya Esmeralda. Si no están contentos con mi desempeño, solo les pido un favor: ¡No me tiren al agua!".
Con esta frase comienza Luis Plaza su recorrido en el tradicional viaje que hacen las embarcaciones del Sindicato de Lancheros Muelle Prat que tiene todo listo para el próximo 21 de mayo.
Para este día estarán disponibles seis lanchas desde las 8 de la mañana para estar a punto cuando se realicen los homenajes a los héroes de la Patria.
Según explica Plaza, romper el hielo es una de las principales herramientas que tiene para que este viaje sea placentero, incluso para los pasajeros que le tienen terror a navegar.
"Las personas vienen nerviosas y uno trata de tirar muchas 'tallas' para que se vayan soltando. Por ejemplo está la 'talla' de la cara del gorila que se nombra cuando vamos a mitad del trayecto y todos están buscando dónde está y yo les aclaro 'por favor tómenle la foto al gorila, no a mí, el gorila está por allá", sonríe el lanchero.
Según cuenta, las lanchas del muelle Prat están listas y a la orden para zarpar a mar abierta porque "la autoridad marítima no avisa cuando fiscaliza" y puede ser entrando o saliendo del muelle que pasen revista a sus naves.
"La lancha tiene que estar al 100% todo el año. Claro, en estos tiempos se ve el cambio de aceite, el arranque y toda la mantención para estar doblemente precavidos", sostiene.
Al volante
Hace cuatro años que Karina Estay llegó al Muelle Prat buscando una oportunidad laboral sin tener idea de cómo se manejaba una lancha.
"Aquí los mismos compañeros son los mejores maestros que puedo tener. Tuve un recibimiento muy bonito y lo primero que me enseñaron fue a dar el paseo; me enseñaron a hablar y el inicio de mi trabajo aquí fue muy bueno porque estaba con personas dispuestas a enseñar su gran sabiduría sobre navegación", explica Estay.
El siguiente paso fue a aprender a manejar una lancha. Según dice, manejar una embarcación es muy distinto a hacerlo en un auto.
"Fue muy difícil porque es totalmente distinto. Comencé navegando en mar abierto y así fue aprendiendo de a poco a manejar en grandes espacios una lancha. Así estuve los primeros meses junto a grandes maestros", expresa.
Gobernar una embarcación fue el principal reto para Estay, quien asevera que estar a cargo de una lancha se traduce en ser la señora de la nave.
"Hay que atracar y desatracar la embarcación y ya estoy experta. Estacionar es lo más difícil porque hay que calcular bien las entradas y salidas y, sobre todo cuidar que los pasajeros estén bien", precisa.
En cuanto a las experiencias que ha tenido en sus viajes comenta que siempre los turistas se sorprenden al ver a una mujer navegando.
"Me gusta porque las personas valoran el trabajo. También he recibido chocolates y flores porque hay pocas mujeres en este rubro. Aquí solo somos dos mujeres en el Muelle Prat", manifiesta.
En tanto, Carlos Zuleta es otro de los lancheros que tiene a su embarcación "Gloria C" lista para zapar para las Glorias Navales.
Su trabajo siempre le trae buenos recuerdos que ahora son experiencias y grandes aprendizajes.
"Yo recuerdo que antes acá no había orden para salir así que quien llegara primero al muelle era quien ganaba. El que tuviera mejor motor hacía más vueltas", indica.
En esa "competencia" sucedió la peor pesadilla para un lanchero un 21 de mayo.
"La máquina se me detuvo a medio camino. Le entró aire al motor y estando de segundo llegué de cuarto. Pensé que esto nunca me pasaría y a partir de ahí siempre estoy en la velocidad que corresponde para que nunca me vuelva a suceder", cierra.
"Comencé navegando en mar abierto y así fue aprendiendo de a poco".
Karina Estay, lanchera,, sobre cómo logró, gobernar una embarcación."