Chile observa la normativa europea sobre protección de datos en Internet
La normativa chilena actual data de 1999, cuando no existían las transacciones por Internet. La nueva ley espera su promulgación.
Los 500 millones de personas y 26 millones de empresas con residencia en la Unión Europea (UE) se vieron esta semana afectados por la entrada en vigencia del nuevo Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), que otorga un mayor control la información personal en internet. El Congreso chileno, hace unos días, dejó lista para su promulgación la normativa nacional en esta materia, mientras que el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, participó de un encuentro organizado por la UE para revisar e intentar equilibrar los reglamentos entre la comunidad y el país.
"Estoy convencido de que una vez que se logre la aprobación del proyecto de ley (...), considerando los perfeccionamientos que se le puedan introducir, esto permitirá en Chile el despliegue de la economía digital en todo su potencial, contribuyendo así al posicionamiento del país como un centro regional para la innovación y la exportación de servicios financieros, que es uno de los objetivos de nuestro Gobierno", dijo Larraín en la conferencia UE-Latinoamérica sobre privacidad: "Convergencia como oportunidad", realizada el viernes en la capital.
El proyecto nacional está basado en el número 4 del artículo 19° de la Constitución, que consagra "el respeto y protección a la vida privada y a la honra de la persona y su familia", a causa de que las proveedoras de servicio -como el correo electrónico -son capaces de saber cuál es la dirección física del usuario y cuáles son sus desplazamientos por la ciudad, a través de los datos móviles.
En el caso europeo, el RGPD vela porque las personas sepan dónde y para qué es usada su información una vez que los cede a una empresa, sean los datos de su tarjeta de crédito para hacer una compra en Internet, o el número de teléfono.
La actual normativa chilena acerca del manejo datos -Ley N° 19.628 sobre protección de la vida privada -fue aprobada en 1999, solo dos años después de ser creado el primer dominio .cl: una época sin redes sociales, teléfonos inteligentes ni uso de internet para facilitar todos los aspectos de la vida.
Una vez que sea aprobada la nuerva normativa, debido a la complejidad de lo regulado, tendrá caracter constitucional. Los europeos, por su parte, presentaban el mismo problema, ya que su regulación también era de la década de 1990, por lo que el nuevo texto busca poner fin a prácticas habituales como los términos de uso y condiciones incomprensibles para los usuarios, las casillas llenadas por defecto y la pérdida de control sobre los datos personales una vez son otorgados a una empresa.
El viernes pasado las compañías fueron obligadas a informar a sus clientes sobre con qué fines utilizarán su información personal, el tiempo durante el cual la conservarán, con quién se compartirá o si será transferida fuera de la UE.
Los ciudadanos tienen el derecho a preguntar a una firma qué sabe de ellos y obtener esta información en un formato legible y sencillo de consultar, como un documento de Excel. La legislación también aborda el robo de datos a empresas, que vuelve a estar en el ojo del huracán por empresas como Uber y su encubrimiento, durante más de un año, de una filtración de información de hasta 57 millones de usuarios.
Valeria Barahona/EFE
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