Cuidemos el jardín
Casi con pena, o más bien con evidente preocupación, vimos cómo Maersk - empresa holandesa, fabricante de contenedores que se estableció en nuestro país, acompañada de una gran inversión y contratando a más de mil trabajadores - cerraba sus operaciones en nuestro país. Una de las razones sería el paro de más de 15 días de sus trabajadores, lo que finalizó con el gerente de la empresa declarando que la operación de Maersk en Chile "ha demostrado no ser competitiva en los mercados globales".
Esta situación puede ser un aviso para las nuevas o futuras inversiones en nuestro país, las cuales han sido bastante favorables en clima y atracción en los diversos tópicos de inversión y competitividad, donde habitualmente se consideran seis componentes claves para medir el grado de atracción: costo de producción, variación cambiaria, estabilidad política, marco regulatorio, mercado laboral y sistema tributario.
A esto se agrega un factor que está siendo bastante complejo, que es el "clima anti empresa", al cual se le atribuye una serie de males generalmente infundados, como la corrupción, problemas ambientales, explotación de recursos naturales, etc… Un clima "anti capital", llevado por tendencias ideológicas arraigadas y difundidas en ciertos sectores.
En el caso de la minería en el norte de nuestro país, la situación tiene mucho de este último punto, donde sus externalidades son mucho más resaltadas que sus virtudes. Así vemos muchos pseudo ambientalistas y dirigentes, con sus iPhones en la mano -fabricados con cobre y litio chileno-, que despotrican contra las compañías, ignorando el gran aporte que han hecho en desarrollo, investigación, trabajo y nivel de vida de nuestro país.
Esta reputación no ha sido gratuita. Hablamos de recursos naturales "no renovables", que tiene una vida útil de extracción futura de alrededor de 50 años más. Pero, sin duda, ha dado lugar a una industria de proveedores pujante, que busca su nueva oportunidad en cada una de las regiones donde está presente la minería. La competitividad perdida por Maersk, y que la hace retirarse de Chile, es un fenómeno que no puede ocurrir más.
"Esta situación puede ser un aviso para las nuevas o futuras inversiones en nuestro país".
Leopoldo Bailac,, pdte. Asociación de Industriales de Iquique y El Tamarugal"