Seguridad y percepción ciudadana
En los distintos estudios que analizan cifras de delincuencia y denuncias, encuestas de victimización y de seguridad pública, las cifras de la región aunque se mantienen altas, han experimentado una baja en los últimos dos años.
El trabajo policial y de la fiscalía se ha ido focalizando a través de medios tecnológicos y humanos que permiten atacar los delitos de mayor connotación social de forma sistemática.
Eso ha involucrado ver sectores donde los delincuentes están atacando y así focalizar los esfuerzos, como también trabajar con la ciudadanía para que ellos mismos sean los primeros en evitar los delitos con la prevención.
Pese a ello, en Iquique existe altas cifras de temor ante la delincuencia de parte de la ciudadanía, lo que independiente de la caída en el número de delitos, incide en la calidad de vida de las personas. Si bien la capital regional es una ciudad con cerca de 200 mil habitantes, estos están concentrados en un espacio muy reducido, ya que la ciudad creció en altura debido a no contar con un plan regulador que le permita expandirse, lo que sin dudas es un factor que aporta para crear sensación de inseguridad.
Es importante apuntar a que la situación delictual de la región sea tomada en su justa medida y no propiciar un ambiente donde se cree que los niveles delictuales son similares a los de grandes urbes.
En este sentido es importante generar campañas que permitan a la ciudadanía tomarse los espacios públicos y no solucionar todo con rejas o esconderse en sus hogares.
Del mismo modo se requiere una mayor intervención en los barrios que están tomados por el tráfico de drogas, donde muchas veces los vecinos de estos sectores se ven amedrentados. El plan MT-0 de la PDI ha sido un gran éxito en el sentido de atacar el microtráfico en sectores urbanos, sin embargo, este trabajo debe ser reforzado en el día con una labor de carácter preventiva y de redes comunitarias.
Independiente de lo anterior, Iquique sigue siendo una ciudad tranquila, donde se puede salir a la calle sin mayores riesgos; no obstante, también se debe tener las medidas mínimas de resguardo como en cualquier parte del mundo y que muchas veces no tomamos.
"Del mismo modo se requiere una mayor intervención en los barrios que están tomados por el tráfico de drogas.