Muy queridos hermanos y hermanas: ya llega la tan esperada Fiesta de la Virgen en La Tirana, todos subiremos con fe al Santuario para mirar a la Virgen, o mejor para dejarnos mirar por ella. Como obispo, les animo a que aprovechemos muy bien estos días de peregrinación. Que sea esta una fiesta para encontrarnos como familias y como Iglesia, y sobre todo para hacer un gran acto de fe, donde tú, junto a la Virgen, puedas decirle al Señor de manera personal. "Señor creo en ti, en tu amor en tu misericordia, quiero dejarme levantar por ti y que me laves de todos mis pecados para sí tener que ver contigo".
Acuérdate que en la última cena cuando el Señor lavó los pies a los suyos, Pedro le dijo que no, pero Jesús le contestó que si no se dejaba lavar, no tenía nada que ver con Él. Sí, hemos de aceptar los gestos misericordiosos de Jesús, hemos de aceptar su muerte salvadora, su resurrección gloriosa en cada uno de nosotros. Tú me preguntarás ¿cómo hacer esto?, pues bien, de una manera muy sencilla: acércate a Jesús con fe, en silencio y respeto, esto lo puedes hacer en tu casa a solas y tranquilo, o en el silencio del Santuario, pero tú solo y tranquilo y ahí comienza un diálogo con Jesús. Dale gracias, dile que crees en él y en su amor, dile que quieres amarlo y seguirlo a pesar de que te cuesta, pero que ahí estás en su presencia queriendo recomenzar, dile que te haga sentir su amor y entender todo lo que Él ha hecho por ti. Sí, habla, reza, llora, haz silencio, mira, contempla y espera que el Señor te haga sentir su amor. La Virgen contemplará con gozo el que dejes a Jesús entrar en tu vida. A Ella siempre le pedimos. "muéstranos a Jesús". Jesús, a todos nos quiere levantar, animar y consolar. Acerquémonos a aquellos medios que Él mismo nos dejó y en los cuales nos levanta y acaricia, ellos son los sacramentos y entre ellos para ti que ya eres cristiano por el bautismo, el Señor quiere levantarte con el sacramento de la Penitencia y de la Eucaristía, y con la vivencia gozosa de la fe vivida en comunidad.
El Santuario podemos decir que es el lugar donde se une el cielo con la tierra, o mejor, en el corazón de los que vamos al Santuario se une el cielo con la tierra, y ahí, en lo profundo del corazón, se deciden cosas grandes, se toman decisiones, se da gracias, se pide, se llora, se vive con gozo el ser hijo, familia, familia de Dios, Iglesia.
"El Santuario podemos decir que es el lugar donde se une el cielo con la tierra".
Guillermo Vera, obispo de Iquique"