Al leer que multaron a un chileno por comprar un completo en la calle, a más de alguno le traerá el recuerdo de otro chileno que en el sur, hace un tiempo, fue condenado a unos buenos años de cárcel por robar una gallina, un chaleco roto y una barra de jabón usada.
Es verdad que las instituciones están funcionando, pero "el duro manotazo de las leyes y de la justicia", ejemplarizados en estos dos casos, en absoluto hacen olvidar que existen tantas otras personas, que han sistemáticamente burlado las leyes y la justicia, que se han comido más que un completo en la calle y que en valor monetario se han embolsado más que el precio de una gallina, y que sus castigos, si es que los han tenido, han sido irrisorios, como dar charlas de buenas costumbres, asistir a cursos de ética o escribir 100 veces "No lo volveré a hacer".
Fuera de bromas, lo que se espera es que las instituciones sí funcionen y que los que cometen faltas y derechamente delitos, tengan los castigos que se merecen, o sea, una justicia con los ojos bien vendados y una balanza muy equilibrada.
Presupuesto para los niños
¿Sabe usted quiénes son los más perjudicados con los vaivenes económicos y las adversidades sociales? Los niños.
La escasez de recursos no solo afecta las estrategias de sobrevivencia de los hogares donde se concentra la infancia mayoritariamente, sino que, adicionalmente, se ven empobrecidas las estructuras de oportunidades como consecuencia de una menor inversión en educación, salud e infraestructura pública, entre otros servicios imprescindibles para el desarrollo humano y de todos los niños y adolescentes del país.
Es por esto que, la medida más responsable que puede tomar el Gobierno es invertir más en los menores. El nuevo Presupuesto destinará 9,7% ($31 mil millones extra) de los recursos nacionales en programas de los más pequeños y jóvenes vulnerables. Una cifra mucho más alta que el reajuste nacional de un 3,2% que, sin duda, muestra el compromiso que debiésemos tener con el presente y el futuro de nuestros hijos.
Los más pequeños son el reflejo de la sociedad que queremos construir, si un gobierno los tiene de prioridad, evidentemente está preocupado de un desarrollo integral para todos. De aprobarse el presupuesto sería un triunfo indiscutible para el Gobierno, pero seríamos ciegos si no reconociéramos también que sería un éxito de la clase política, ya que los grandes beneficiados serán nuestros niños, especialmente los más necesitados.
Luis Enrique Soler Milla
Verónica Santana Burgos
Profesora