Michael Seguel P.
En libertad, pero con firma mensual y prohibición de manipular cualquier tipo de armamento quedó ayer Ignacio Larraín Bastías, de 19 años, tras ser formalizado por desórdenes graves en el Centro de Justicia de Santiago.
El joven causó alarma pública este martes en la capital al percutar al menos 12 tiros con una pistola a fogueo de nueve milímetros, desde el cuarto piso de un edificio del centro, y luego parapetarse al interior de su domicilio.
Los disparos derivaron en la evacuación de un jardín infantil y un operativo especial del GOPE de Carabineros, que incluyó el corte de tránsito.
Al quedar en libertad, Larraín dijo a la prensa mientras salía caminando del Centro de Justicia que "es algo legal. Estaba en mi casa. No le hice daño a nadie. Fueron ruidos, no más. Disparé porque puedo, porque me compré con mi dinero el arma, porque es legal tener una arma", consignó SoyChile.
Añadió que "no le disparé a los vecinos, yo disparé en mi propiedad privada (…). El miedo de los vecinos no me importa, la verdad es que me da lo mismo".
Sobre las críticas que ha recibido por su actuar, dijo que "la gente puede decir lo que quiera, me da lo mismo. Estoy tranquilo, soy un tipo sano, trabajo, me lavo las manos. Si ellos se asustaron es su problema, yo ahora salgo libre".
Tras la audiencia, el fiscal metropolitano Centro Norte, Sergio Ortiz, detalló que de acuerdo al relato del imputado habría preguntado a Carabineros si podía utilizar este tipo de arma.
"Carabineros le habría indicado que podría hacer uso (del arma), pero en su domicilio. Sin embargo, esta persona se puso a disparar hacia la calle, creando conmoción", dijo Ortiz.
Además, explicó que si el arma hubiese sido real, el escenario hubiese sido diferente, debido a que en ese caso se dan penas que podrían ir desde los tres años y un día de cárcel.
El Tribunal determinó un plazo de investigación de 90 días para el caso.
9 milímetros tiene la pistola a fogueo incautada por Carabineros en el operativo.
12 disparos o más efectuó el imputado antes de parapetarse en su domicilio.