Apuñaló a su expareja con un destornillador
El imputado quedó en prisión preventiva tras ser formalizado por femicidio frustrado.
Un hombre de 32 años y soldador de oficio, fue formalizado ayer en el Juzgado de Garantía de Iquique por el delito de femicidio frustrado, además por desacato a la orden de alejamiento dictada hace una semana por el Tribunal para proteger a su exconviviente.
La detención ocurrió el domingo, a las 23:48 horas, cuando el imputado acudió a la sede de la PDI (avenida Salvador Allende) y confesó que había apuñalado dos veces a su ex pareja con un destornillador, ocasionándole heridas que fueron calificadas en la atención de urgencias como de carácter grave.
El hombre fue identificado con las iniciales C.A.P.C. y tiene dos hijas en común con la víctima, una de 3 y otra de 7 años.
A las 21:34 horas del domingo la mujer ingresó al servicio de atención de urgencias del Hospital Regional, donde verificaron que presentaba "una herida punzante torácica" y denunció a Carabineros que había sido agredida por su exconviviente.
Antecedentes
La fiscal del Ministerio Público lo formalizó también por un hecho previo, ocurrido el 11 de noviembre pasado, a las 9:30 horas, cuando el imputado concurrió al domicilio de la víctima luego de que el día anterior había sido condenado a la pena de 61 días de presidio menor en su grado mínimo y orden de alejamiento por un año.
"El imputado se acercó a la víctima manifestando estar arrepentido, pidiendo perdón y solicitándole una nueva oportunidad, frente a la negativa se ofuscó y la tomó por el cuello, arrastrándola hasta una pared y sacando un cuchillo, para luego con el mango de este comenzar a darle golpes en la espalda y en el cuello, para posteriormente botarla al suelo, dándole golpes con el pie en la frente y en diversas partes del cuerpo, ocasionándole excoriaciones de carácter leve", relató la fiscal.
Mientras que el 18 de noviembre, a las 19:45 horas, volvió al domicilio de la exconviviente para que le permitiera llevar de paseo a sus dos hijas, por lo que se juntaron en la esquina y se las llevó.
A las 22 horas la víctima recibió un llamado del imputado, quien le habría indicado que una de las niñas tenía un problema y luego colgó. Ante esto, la mujer salió hasta la esquina del pasaje a ver qué sucedía.
Agregó la fiscal que en la esquina "encontró al imputado, quien mantenía en su mano un destornillador de cruz, el cual exhibió a la víctima". Todo esto en medio de improperios.
Según el relato de la persecutora, ahí comenzó el forcejeo. La mujer logró escapar, pero al llegar a la reja de su casa fue alcanzada por su agresor, quien la abrazó por detrás y le enterró el destornillador dos veces.
Tras escuchar los argumentos, el juez de Garantía, Diego Reyes, ordenó la prisión preventiva del imputado durante los 90 días que dure la investigación.