En relación al comentario del señor presidente regional de la Cámara Chilena de la Construcción en la edición del diario La Estrella de Iquique del 05 del presente mes, vengo en señalar no estar de acuerdo con su parecer en el sentido de que la no aprobación del Plan Regulador Intercomunal de la Región de Tarapacá, (PRI) por parte de la Contraloría General de la República, "significaría un retraso en la aprobación del Plan Regulador Comunal de Iquique (PRC) por al menos tres años más", porque de acuerdo a la normativa vigente, artículo 2.1.11 de la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones, permite la aprobación del PRC sin que existiese un PRI.
Creo que lo más importante entre otras, es establecer un nuevo límite urbano que sea concordante con la proyección del crecimiento futuro de la ciudad de Iquique, el cual debería ser al menos equivalente a la superficie que esta dejó de crecer en estos 30 años, lo que correspondería como mínimo a 2.800 hectáreas aproximadamente, la misma superficie en que creció la zona urbana de la ciudad de Alto Hospicio en el mismo periodo de tiempo.
Lamentablemente, la consultora contratada por la Municipalidad de Iquique para realizar el estudio del Plan Regulador Comunal de Iquique solo considera la ampliación del límite urbano hasta el sector de Lobitos y Los Verdes. Creo que sería un gravísimo error no considerar la ampliación del nuevo límite urbano hasta el mismo aeropuerto Diego Aracena, que sería el equivalente en superficie a todo lo que dejó de crecer la ciudad de Iquique en estos 30 años.
Hoy ya vemos como el crecimiento urbano sin planificación alguna, como es el proyecto Altos de Playa Blanca, genera que el gobierno de turno se haga cargo de su urbanización y equipamiento, repitiendo penosamente el círculo vicioso de los proyectos políticos y no técnicos que estamos acostumbrados a ver como "estilo de desarrollo urbano" de nuestra ciudad.
Muchas gracias por el espacio para opinar.
Mauricio Rojas Gálvez,
arquitecto Pontificia Universidad Católica de Chile