Patricio Iglesias P. - La Estrella de Iquique
En espera de los resultados de las muestras realizadas a las aguas del río Tarapacá, que se tiñeron de amarillo tras efectos de las lluvias estivales, se encuentran investigadores del Centro de Investigación y Desarrollo en Recursos Hídricos (Ciderh) de la Universidad Arturo Prat.
El fenómeno se detectó el pasado 22 de enero, cuando investigadores del Ciderh se encontraban en la zona de Pachica trabajando en cultivos de la planta altiplánica capulí, por lo que se procedió a tomas muestras de las aguas que adquirieron la particular tonalidad amarilla.
Jorge Olave, director de la institución de investigación, precisó que en los análisis particulares respecto a los cultivos de capulí, determinaron que no había alteraciones de salinidad, acidez (PH) y presencia de boro en el agua, por lo que no reviste un peligro para la actividad agrícola en la zona de la Quebrada de Tarapacá, en la comuna de Huara.
El procedimiento continuará con el análisis del sedimento, para de esta manera determinar si hay un componente específico mineral sobre los cultivos.
Informaron de esto a la Municipalidad de Huara y a la Comisión Nacional de Riego.
Junto a las muestras de agua tomada por el Centro de Investigación y Desarrollo en Recursos Hídricos también hizo lo propio la Municipalidad de Huara, la que en un comunicado señaló la presencia de azufre en las aguas, usadas para riego.
Al respecto Olave aseveró que es muy preliminar hablar de una presunta presencia de azufre en el agua, hasta no tener claro los componentes del sedimento, explicando que si así fuese no sería un efecto negativo para las aguas y regadíos, dependiendo de su concentración, pues éste se usa en los cultivos como enmienda química para mejorar el PH de los suelos agrícolas.
El especialista precisó que el fenómeno que afectó a Paguanta y Achacagua, también presentó en el pueblo de Huaviña, "que está más abajo de Pachica, por lo tanto el agua en su bajada, como está lloviendo en el altiplano pasó a llevar estos sólidos de color amarillo y ello llevó a cambiar el color de las aguas".
Jorge Olave aclaró que el fenómeno tendría su origen natural que afectó las aguas, descartando que pueda existir una acción de terceros, por cuanto las aguas pasan por zonas de uso exclusivo agrícola en la Quebrada de Tarapacá. Es así que por efecto de las lluvias se incrementan cursos de agua que después desembocan en la Pampa del Tamarugal.
"Lo que queremos es buscan la fuente de este sedimento y analizarlo en el lugar que corresponde", expresó, para lo cual seguirán monitoreando".