Para nadie es novedad la situación que viven los vecinos del vertedero El Boro, es un problema urgente de solucionar, porque la salud de los vecinos de Alto Hospicio está en riesgo. En los últimos días hemos sido informados de la presentación de un proyecto de relleno sanitario por el municipio de Alto Hospicio, el cual estaría situado en Pampa Perdiz. Dicho proyecto si bien parece una buena propuesta, tiene muchos vacíos, en cuanto al costo del traslado, suma más de 40 kilómetros al recorrido de la recolección de Iquique; qué pasa si el acopio de la planta de reciclaje se copa; cómo se va a obtener los bienes para reciclar, si habrá recolección segregada, entre otras cosas. Este proyecto, Declaración de Impacto Ambiental (DIA), debería tener una tramitación cercana al año y medio, más los permisos sectoriales, obtención de recursos para la construcción, y tomar la decisión si la operación será con funcionarios municipales o se va a tercerizar, o sea, estamos hablando de que este proyecto podrá iniciar funciones en 3 a 5 años.
Por otra parte, impide al municipio de Iquique iniciar el cierre del Boro, ya que no existe en la Región ningún otro lugar autorizado para recibir residuos domiciliarios, sin perjuicio que el del Boro está vencido hace más de 8 años.
Escuchaba al Alcalde de Alto Hospicio señalar que va a agotar todos los medios para invalidar el permiso medioambiental del proyecto del relleno sanitario Santa Inés, de la empresa Cosemar, por que no desea que la empresa privada haga un servicio público, o tal vez por que el costo para el municipio podría ser alto, considerando que hoy no paga.
Respecto a lo primero, parecería raro que por un tema ideológico se postergue a la comunidad. Si el problema es el costo, me hago la pregunta ¿Cuánto vale la salud de los habitantes del Boro?, lo mismo ocurría respecto a las piscinas de aguas servidas, sin embargo, en ese caso, el costo no fue obstáculo para proteger a las familias del sector.
Por mucha fiscalización y sanciones, por la Superintendencia de Medio Ambiente y la Seremi de Salud, a la Municipalidad de Iquique, la condición de El Boro es irreversible.
Respecto al proyecto mancomunado, tiene un costo muy elevado, sobre los 13 millones de dólares, lo que implica comprometer importantes recursos del FNDR.
Seguir discutiendo si el proyecto mancomunado o el privado es la mejor opción no tiene sentido de la urgencia, ya que dicha pugna no considera lo más importante: La urgencia sanitaria. Más allá de que uno sea privado y el otro público hay que ser realistas. Los vecinos de El Boro no pueden seguir esperando. Por lo tanto, no da lo mismo cuánto demora uno y cuánto el otro. El privado permitirá terminar dentro de este año con el foco de infecciones y plagas que representa el botadero, mientras que el público, podría tardar 3 ó 5 años más. Entonces, dejemos las ideologías de lado, dejemos de demonizar lo privado y seamos prácticos. Siéntese a negociar. Los vecinos de El Boro ya han esperado demasiado y la solución está a la vuelta de la esquina.
Patricio Villablanca
Ex Seremi de Medio Ambiente