Amor verdadero
Hemos iniciado el mes de febrero y ayer uno de los textos bíblicos de la Misa era lo que conocemos como el Himno de la Caridad que nos trae San Pablo. Lo traigo a colación ya que durante este mes habrá un día que comercialmente se le llama el "Día del Amor"; habrá mucha publicidad, regalos y fiestas en torno a él.
Que bueno que se ponga en alto la grandeza y la necesidad de amar y saberse amado, pero es bueno también poder reflexionar qué es efectivamente el amor. Sin duda, para el creyente el amor es mucho más que un sentimiento, y vivirlo es una hermosa virtud: San Pablo nos dice: "Hermanos: ambicionad los carismas mejores. Y aún os voy a mostrar un camino excepcional. Ya podría yo hablar las lenguas de los hombres y de los ángeles; si no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o unos platillos que aturden.
Ya podría tener el don de profecía y conocer todos los secretos y todo el saber, podría tener fe como para mover montañas; si no tengo amor, no soy nada. Podría repartir en limosnas todo lo que tengo y aun dejarme quemar vivo; si no tengo amor, de nada me sirve. El amor es paciente, afable; no tiene envidia; no presume ni se engríe; no es mal educado ni egoísta; no se irrita; no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad. Disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites, aguanta sin límites. El amor no pasa nunca." Al reflexionar en torno a este texto entendemos que amar implica una decisión por trabajar en la búsqueda del bien del otro, que el amor me lleva a mirar cómo puedo hacer feliz, más que buscar mi propia felicidad; el amor entonces implica generosidad, decisión de la voluntad, perseverancia; en definitiva algo más de lo que muchas veces creemos o cantan las canciones, pero algo que vemos plasmado en el amor de Dios para con nosotros y que Jesús nos mostró; algo que vemos en el amor de padres y madres para con sus hijos.
Aprender de estos amores y tratar de llevarlos a nuestras relaciones, a nuestras miradas de las realidades que nos circundan y así procurar hacer un poco más felices a los que nos rodean hará que el amor no se quede solo en palabras o buenas intenciones. El amor siempre hace cosas por el bien de los demás.
"El amor es paciente, afable; no tiene envidia; no presume ni se engríe; no es mal educado ni egoísta; no se irrita...".
Guillermo Vera,, obispo de Iquique"