La posición de Chile frente a Venezuela, está en la línea de la postura internacional. Sin embargo, tras los reiterados cuestionamientos es necesario plantearse, ¿a qué aspiramos ser los chilenos?
Según el último informe anual de Freedom in the world 2018, más de 40 países que se caracterizan por la estabilidad de sus democracias, como Dinamarca, Australia y Canadá, han legitimado el Gobierno de Juan Guaidó frente a la dictadura en Venezuela.
Por el contrario, países como China, Salvador, Bolivia y Rusia, que son considerados como regímenes que limitan los derechos, han mostrado su rechazo a esta decisión, entregado su ferviente apoyo al líder de la región caribeña.
Y es que, los chilenos no necesitamos ser expertos en el tema para darnos cuentas que, en política, las buenas decisiones, deben estar enfocadas en seguir los mejores ejemplos.
Reforma del Código de Aguas
La Reforma del Código de Agua será una materia que ya está comenzando a generar un gran debate en el país, más aún cuando tenemos los efectos sensibles del cambio climático, que no existía al momento de dictarse el actual, el cual se muestra con la escasez en varias partes del territorio nacional. El agua se está transformando en un elemento no solamente vital sino estratégico. El Parlamento deberá debatir aquel proyecto, que ya encuentra oposición en relación a los derechos perpetuos y ahora a los derechos indefinidos. Para los tarapaqueños nos interesa ese debate y podemos opinar a medida que se vaya desarrollando la tramitación de esa iniciativa. ¡Atención nuestros parlamentarios!
Se otorgaron derechos de aguas a perpetuidad, se dieron sus razones para tal disposición; sus detractores explicaron los fundamentos en su contra. Se habla de acaparamientos y especulaciones. En democracia hubo una reforma que ahora es insuficiente considerando la actual situación de los recursos hídricos con motivo del cambio climático. Por lo que hace necesario una adecuada reforma al actual Código de Aguas.
Ahora se habla de derechos indefinidos, término vago, impreciso. Se debe determinar la cantidad de años de duración. Se ha propuesto, por otra parte, una concesión de 30 años, renovable, lo que me parece razonable.
Presiento una futura batalla por el agua en el Congreso Nacional. Habrá que tomar en cuenta no solamente la opinión de los honorables de ambas partes, sino también de las distintas regiones que tienen problema de sequía o escasez del vital elemento. Lo importante es contar con un Código de Aguas que considere efectivamente la realidad de nuestros recursos hídricos en todos sus aspectos a la luz de los efectos del cambio climático que nos aconseja a mejorar sustancialmente esa normativa.
Mario Zolezzi Velásquez
Tamara Hube
Cientista político