A pocos días para que los escolares del país regresen a clases, el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Hernán Larraín, informó sobre la lista de personas inhabilitadas para trabajar con niños y adolescentes por haber sido condenados por delitos sexuales en contra de menores. El número asciende a 8.096 personas: 8.014 hombres y 82 mujeres a lo largo de las 16 regiones de Chile.
En la región de Tarapacá, en tanto, son 127 los agresores sexuales que no pueden laborar en un establecimiento educacional o servicio que trabaje con menores. Esta cantidad aumentó en 13% en comparación con la última cifra conocida (112).
En 2017, en cambio, se reportaron 91 casos de agresores sexuales condenados.
Las instituciones públicas y privadas que trabajen con niños, tienen la obligación de chequear si la persona que van a contratar está o no en el Registro de Inhabilidades.
Los padres y apoderados también pueden acudir a esta información ingresando a la página web del Registro Civil.
Es importante, como ya lo han dicho las autoridades competentes, que los adultos realicen este chequeo de información para asegurarse de que al menos los colegios están cumpliendo con la labor de considerar toda la información de un posible trabajador.
El objetivo es claro: que los estudiantes no se expongan al peligro de ser atacados sexualmente por una persona con antecedentes por delitos sexuales.
Es preocupante que en la región la lista de abusadores siga creciendo, por lo que es clave que toda la comunidad, no solo la educativa y autoridades, esté pendiente y acceda a esta información valiosa para la seguridad de los más pequeños.
También hay que poner atención a los servicios de transporte escolar que son ofrecidos por trabajadores informales.
La idea es abarcar la mayor cantidad de datos para resguardar la seguridad de los menores. Que la lista sume más de ocho mil abusadores es grave, por lo que la gente debe prepararse de la mejor manera, canalizando de buena manera los antecedentes de estas personas que están en el Registro Civil.
"El objetivo es claro: que los estudiantes no se expongan al peligro de ser atacados sexualmente".