Ciudades para el adulto mayor

Según la encuesta Casen del año 2017, en Tarapacá viven más de 48 mil adultos mayores, lo que representa más de un 14 por ciento de la población total de la región. Incluso de ese grupo, cerca de 6 mil 500 corresponden a personas de 80 años y más.

Estas cifras demandan un gran desafío, toda vez que las siete comunas de la región carecen de una infraestructura pública que permita responder de forma eficiente a las distintas necesidades de los adultos mayores. En ese contexto, parece evidente la necesidad de potenciar proyectos que faciliten su desplazamiento, con espacios públicos más amigables y donde puedan desarrollar sus actividades cotidianas.

Diversos expertos han alertado, además, que a causa de distintos factores Chile es un país que envejece: aumentó la expectativa de vida y existe una tendencia a la baja respecto a la tasa de natalidad.

Todo esto debe llevarnos a reflexionar cómo enfrentamos este proceso e implementamos acciones a corto, mediano y largo plazo que permitan mejorar la calidad de vida de un sector de la población que crece.

En su última visita a la región, los alcaldes de la región y en presencia de la Primera Dama, Cecilia Morel, firmaron un compromiso destinado a generar ciudades más amigables con los adultos mayores, una medida que incluso es impulsada por la Organización Mundial de la Salud mediante la denominada "Red Global de Ciudades Amigables".

La iniciativa apunta a mejorar la calidad de vida de los adultos mayores con la creación de espacios que promuevan su integración y participación social.

Es evidente que existe mucho trabajo por hacer, ya que más allá de las buenas intenciones, nuestras ciudades continúan exhibiendo calles en mal estado y otras situaciones que atentan contra el bienestar físico y sicológico de este grupo de la población.

Proyectos como un centro para el adulto mayor no pueden seguir esperando ni sufriendo postergaciones por temas de carácter administrativo.

Los adultos mayores realizaron un gran aporte a la ciudad y es necesario que eso se les reconozca con acciones concretas y de impacto urbano.

"Parece evidente la necesidad de potenciar proyectos que faciliten su desplazamiento, con espacios públicos más amigables ".

Vida sana

Una gran cantidad de iquiqueños han optado por la vida saludable y cada fin de semana aprovechan el tiempo libre para salir a correr o a pasear en bicicleta por la costanera. Una buena opción para distraerse en familia.

Gobernador regional

Hay muchas expectativas respecto a lo que podrá a hacer el gobernador regional. El cargo de elección popular va a tener atribuciones que aún no están demasiado claras, pero sin embargo con el tiempo deberían ir aumentando sus competencias.

Concesionadas

Las rutas concesionadas en la región de Tarapacá son bastante nuevas y el anuncio de una que cruce de Pozo Almonte a Antofagasta, sin duda es vista con preocupación por parte de las zonas interiores que deberán pagar por usar el camino para trasladar sus productos.

Hay palabras que remiten a ciertas infancias. Las de los años 50, 60 por ejemplo, estaban marcada por el tipo de ciudad que habitamos. Iba del puerto hasta Cavancha y se cantaba con el alma estremecida. Habían dos estaciones el verano y la de trenes. Tenía muchos relojes públicos aunque nunca se llegara a la hora. Moragas y Valverde se ganaban la vida arreglando relojes, más no hábitos. Piquichuqui, lucumí, calato, tumbos, pupo, filástica y agregue usted decenas de otras palabras. El agua mineral era la Chusmiza y punto. Y que decir del picaporte, del bolsillo de perro y de los abrómicos.

Los palo poste eran de madera y se alzaban sobre la tierra como queriendo tocar el cielo. Alumbrar era su vocación. En lo más alto, unos faroles iluminaban las calles vacías y entonces, en silencio. Los palos postes eran redondos, otros cuadrados. Algunos tenían agujeros como panales de abejas. Sobre el metro y medio, una especie de escalerilla en la que la gente de Endesa, cuando la energía era un bien público y nacional, trepaban para que las ampolletas, focos para nosotros, cumplieran su función. Era lo más parecido al hombre araña. Estaban llenos de herramientas y subían al cielo como si fueran gatos. No se cómo, pero sabían que cable cortar y cual no. Los mirábamos asombrados. Repito, el hombre araña, aún no nos colonizaba. Hollywood llegaba de vez en cuando con sus películas a los cines locales y con un atraso solo comparable al arribo del Longitudinal.

Tenían otros usos además del estratégico. Se iniciaba la cuenta de la escondida, se le tatuaba con nombres o garabatos, servía como base para el kechi, para la pichanga futbolera. Agregue usted otras funciones. Habían palo postes que carecían de la bendita ampolleta. Su misión la ignoro. Otras pestañaban toda la noche. Al flaco y alto del barrio le decían palo poste.

Eran parte del paisaje urbano de esa ciudad que jamás imaginó crecer como ha crecido. Todavía quedan algunos palos postes de madera, sosteniendo miles de oscuros cables Habitan, iluminando en algún lugar de la memoria.

"Habían palo postes que carecían de la bendita ampolleta. Su misión la ignoro".

Bernardo Guerrero Jiménez,, sociólogo"