Casa Marinkovic: el legado de un testimonio del auge del salitre
La bonanza del salitre a partir de la segunda mitad del siglo XIX le imprimió a Iquique un auge que se tradujo en desarrollo económico y arquitectónico.
En ese período surgieron muchas edificaciones que manifestaban el buen pasar que sorteó la ciudad. Construcciones de inspiración americana y de pino oregón, nacieron hace más de 100 años en la ciudad.
En ese contexto, fue construida la denominada Casa Marinkovic. En 1905 surgió esta edificación ubicada en calle Orella, por encargo de Eugenio Mathieu.
La casa fue construida con pino oregón traído desde California y su estilo neoclásico se mezcla con las influencias georgiana y británica.
Años más tarde, precisamente en 1945, la casona fue adquirida por la familia Marinkovic, conocidos por tener bajo su poder algunas oficinas salitreras en la región.
Tiempo después el padre de la familia murió, pero su viuda y sus nueve hijos continuaron viviendo en el inmueble, hasta mediados de siglo cuando todos ellos se mudaron a Santiago.
Más tarde, la casa fue adquirida por Sergio Maldonado Buendía, quien fue director general de Aduanas y director del periódico "El Tarapacá".
A pesar de que la familia original abandonó la construcción, los iquiqueños continuaron llamando Casa Marinkovic a esta tradicional edificación del casco antiguo de Iquique.
En 1993 la casa fue ocupada por la Mutual de Seguridad, institución que mantiene su cuidado hasta hoy.
Ese hito también coincidió con las gestiones para declararlo Monumento Nacional en la categoría de Monumento Histórico, reconocimiento que llegó el 25 de octubre de 1994.
La arquitectura original ha sido salvaguardada por sus actuales dueños, quienes también han hecho inversiones de mantenimiento.
Trabajadores de las áreas de Gerencia, Prevención de Riesgos y Medicina del Trabajo ocupan este antiguo inmueble, quienes se distribuyen en dos pisos.
El primer nivel tiene cuatro salones, en que destaca su lobby. El segundo, en tanto, tiene siete habitaciones que son ocupadas como oficinas. Destaca también la escalera central, original de la casa, el balcón del segundo piso y una imponente lucarna en la parte más alta de la construcción.
Rodolfo Capino Valencia
rodolfo.capino@estrellaiquique.cl