Niños y uso de los celulares
La obesidad infantil creció el año pasado en 1,8 puntos porcentuales en relación al año 2017, en los escolares de prekinder a primero básico. Este es uno de los resultados del estudio anual que realiza la Junaeb, con datos obtenidos en más de nueve mil establecimientos educacionales del país.
Por nivel educacional, el 24,6% de los niños de kinder ya es obeso, otro 24,4% en el caso de los estudiantes de primero básico y un 23,7% en los de prekinder. Como contraparte, la obesidad en jóvenes de primero medio bajó 1,4 puntos porcentuales el año pasado, en relación a 2017.
En momentos en que las autoridades tratan de llevar adelante políticas de alimentación saludables, en razón de las altas tasas de sobrepeso y obesidad que tiene nuestra población, en especial en los niños, especialistas en salud han advertido también su preocupación porque los menores realizan poca actividad física y pasan demasiado tiempo sentados con aparatos electrónicos, como celulares, computadores y tablets.
Atacar el problema debe incluir varios aspectos, como una alimentación sana, más ejercicios, para tener un desarrollo físico y psicológico acorde, y de alguna manera evitar hábitos de dependencia y adicciones a los aparatos electrónicos, animándolos a realizar actividades al aire libre, que involucren también a otros niños. Todo esto quedaría en letra muerta si ven que los adultos también se muestran muy dependientes de esos equipos.
Un estudio de la Universidad de los Andes, precisó que siete de cada diez adolescentes usan su celular regularmente en la sala de clases. La encuesta añadió que éstos reciben su primer teléfono, en promedio, a los 10 años de edad, aunque hay un porcentaje significativo (38%) que lo recibe entre los 7 y los 9 años. En promedio, lo utilizan durante 6,8 horas al día, aunque el 20% lo ocupa entre ocho y diez horas diarias, y el 10% lo usa más de 12 horas cada jornada.
Es necesario -entonces- que se tome este aspecto en consideración en las políticas de vida saludable y que los padres asuman un rol activo en ello, considerando los negativos efectos que están en juego. No se pueden satanizar estos equipos, sino que es su uso el que debe ser regulado en niños y adolescentes.
"No se pueden satanizar estos equipos, sino que es su uso el que debe ser regulado en niños y adolescentes"."
Molestia en camarín
La derrota de Deportes Iquique ante Cobresal caló hondo en el plantel, quienes salieron de la cancha sin dar declaraciones. El perder con el colista, que mostró muy poco en Cavancha, fue tocar fondo. Solo resta recuperarse.
Día nublado
Ayer todos se sorprendieron con las nubes en Iquique. Si bien el pronóstico era lloviznas, la verdad es que muchos salieron a disfrutar de un día de playa, el que se puso más frío de lo esperado con el correr de las horas. A nadie se le pasa por la mente la llegada del invierno.
Mala decisión
Siempre son buenos los homenajes, pero antes es necesario saber el contexto de cuándo y dónde se hacen. No era necesario recordar el Día del Carabinero en un estadio lleno de hinchas. Al final lo que se pensó como una buena intención terminó en una pifiadera.
Libros
Esta semana ha sido intensa, al menos, en lo que respecta a las actividades del Día del Libro. He visitado con mucho gusto dos liceos para hablar de la importancia de este artefacto cultural, además presentamos un libro junto a Atilio Jorquera sobre la Primera Diablada de Tarapacá.
Cuando en las casas de Iquique había una biblioteca, llena de libros, enciclopedias y revistas del Reader junto a las de Tarzán, conociamos el mundo a través de esas hojas amarillentas que nos llevaban al África o bien a los Estados Unidos. "Las minas del rey Salomón" nos mostraba, en forma parcial por cierto, la densidad y belleza de esos paisajes. "La Cabaña del Tío Tom", delataba el mundo de la esclavitud y sus paradojas. La revista Estadio te contaba las hazañas del Tani y de Godoy. En el Tarapacá, Osvaldo Guerra escribía sobre La Tirana.
Detrás de cada libro que se leía, había un amigo, un tío, un profesor que te motivaba a que leyeras. El Liceo fue clave para consolidar el hábito de la lectura. Tres profesoras que con sus sonrisas o con el ceño fruncido te abrían las mamparas del mundo entero. La Mavis Maldonado, la Adriana Peirano y la Anyelina Chiang. A esta última le debo algo que jamás se lo voy a poder pagar. Me hizo leer en vacaciones de verano "Cien Años de Soledad". Doña Adriana me hizo ver la importancia de los mitos y "Edipo Rey" apareció con toda su tragedia y majestuosidad. La Mavis te enseñaba nuevas palabras y con ella aprendí a descifrar un poco el mundo. Cuando los lectores se encuentran, aparte de saludarse, se preguntan: ¿Qué libros estás leyendo?
En Iquique hay grandes lectores y que además poseen hermosas y grandes bibliotecas, tal vez parecida a la que tuvo Guillermo Billinghurst. Me dicen que los hermanos Machiavello, Cristian Barreda, Germán Valenzuela, entre otros, imitan la biblioteca de Alejandría. Me consta que mi buen amigo Ibor tiene una biblioteca completísima. Con él tengo un problema. Él piensa que el libro que le falta lo tengo yo. A veces tiene la razón.