A raíz de la crónica publicada por este diario sobre la locomotora diesel "Junin", me parece oportuno referirme al tema de las locomotoras y estaciones de la época salitrera en Tarapacá, patrimonio que casi desapareció, porque casi nunca se tuvo real conciencia de la importancia que iba a tener en el futuro. Esas máquinas y materiales de madera de pino oregón y calaminas eran aprovechables para un u otro fin. Pongo énfasis en la antigua estación de Iquique de calle Sotomayor, como también en lo que queda de la estación en la entrada al puerto.
La historia ferroviaria de Tarapacá es nutrida pero aun poco se ha escrito. La creciente actividad salitrera hizo necesario la construcción de ferrovías, estaciones, campamentos de carrillanos, con el empleo de gran cantidad de locomotoras para arrastrar los carros cargados con el abono pampino rumbo a Iquique, Pisagua, Caleta Buena y Junin. En esos dos últimos puertos la línea férrea llegaba hasta el Alto. Por medio de planos inclinados bajaban en carros especiales el salitre hacia el Bajo Caleta.
La crisis salitrera progresivamente fue dejando inactivas oficinas, estaciones, campamentos de carrilanos y material rodante. Sobrevivieron las faenas de levantamiento de rieles, durmientes, desarmes de estaciones y campamentos, las locomotoras fueron vendidas o trasladadas a otras partes. La única actividad ferroviaria quedó radicada en la empresa estatal que absorbió a la compañía inglesa. Tiempos después se puso fin al tráfico ferrocarrilero en manos del Estado. Como un recuerdo del pasado salitrero de Tarapacá quedaron las estaciones de calle Sotomayor y de la entrada al recinto portuario.
El Bicentenario de la Independencia me impulsó a plantear al gobierno la idea de restaurar la histórica estación principal. La comisión de M. Nacionales ofrecía colaborar en la parte técnico arquitectónico. Sobre el tema había escrito en la prensa. No hubo eco centralista, menos local.
La Estrella de Iquique, tomando un reportaje de El Mercurio, refiere que se están haciendo gestiones para que la locomotora diesel "Junin" sea devuelta por un museo industrial inglés, a donde llegó en forma ilegal. Lo que no se dice si esa locomotora dónde va a quedar, seguramente en Santiago. Es necesario recalcar que ésta debe quedar en Iquique, porque su original dueña fue la Compañía de Salitres y Ferrocarril de Junin, organizada en 1894, con domicilio, dirección y administración en Iquique. Su principal accionista era el famoso Mr. Chace, que se hizo millonario en Huantajaya. Posteriormente esa empresa se asoció a la Cosach, liquidada ésta, los bienes de la antigua Compañía de Junin pasaron a la Cosatan, con Oficinas Shanks en Tarapacá y Antofagasta.
Corresponde a nuestras autoridades preocuparse de la locomotora "Junin" que pertenece al patrimonio ferroviario de Tarapacá, como también de las dos estaciones citadas.
Mario Zolezzi Velásquez