Artistas urbanos dejan su huella en El Morro y Los Puquios
Barrios tradicionales recibieron una intervención que concluyó con cuatro murales, donde se ven reflejados personajes insignes, naturaleza, literatura y el Cerro Dragón en su máximo esplendor.
Durante tres días y hasta las cinco de la mañana estuvo trabajando el equipo del Centro Cultural y Social Artistas Regionales de Tarapacá (ART), para cambiar la imagen de las poblaciones El Morro y Los Puquios, dejando una huella de historia en cada uno de sus murales.
La maratónica labor realizada por Matías Aris Durán, Fabián Villalobos Salas y Jaime Carvajal Fernández tuvo como objetivo una regeneración urbana de los espacios, instalando cultura e historia en paredes de cemento, tanto en el centro como en el sector sur de Iquique.
En el histórico barrio El Morro llenaron de color los blocks que están situados frente a la Plaza Patricio Riveros (calle Aspirante Izaza), escogiendo puntualmente a este personaje local para retratar su rostro y las tapas de sus libros, "El gallo que hizo dormir al día" y "Macarena Pocas Pecas". La ubicación donde está la figura del escritor iquiqueño no es casual, dado que se pintó en el mismo piso donde pasó sus últimos días de vida.
"Fue súper emblemático la verdad porque la gente se paraba, algunas personas lloraban de la emoción, se tomaban fotos y nos decían que Patricio Riveros revivió con el mural", sostuvo el presidente de ART, Jaime Carvajal.
Los puquios
En la intersección de Pasaje Tres con Playa Saladero se ubican los otros dos murales que pintaron estos tres jóvenes, quienes también buscan generar una identidad en cada sector y en el sur, fue nada menos que la imponente figura del dragón fusionado con la evolución residencial que ha tenido esta zona.
"Quisimos pintar el Cerro Dragón de una forma muy teórica, muy fantasiosa pero se ve que es el dragón que en su estómago nace el barrio Los Puquios. Esto nos da el pie para hacer nuevos proyectos y avanzar dentro de la regeneración urbana", explicó el artista visual.
El otro mural utilizado fue para dar visibilidad a las golondrinas de mar que surgió de la opinión de los vecinos quienes "buscan la conservación del patrimonio y la protección de la fauna, dentro del contexto de desierto y mar" y fue esta especie en peligro la escogida para retratar.
Junto con el municipio han estado en conversaciones para pintar edificios, fenómeno que ya se ha instalado en Santiago y que pretenden replicar, para convertir Iquique en una ciudad muralista, aprovechando el gran flujo de artistas urbanos que se concentran en la región.
De esta manera, ART hizo un llamado a los privados a apostar por este tipo de proyectos que buscan la reivindicación de espacios por medio del arte, generando un impacto social que lleva a los espectadores a indagar más sobre las historias que guardan sus barrios.
La apropiación de espacios mediante manos artísticas ha logrado tener constancia en el tiempo, proyectando la idea de un museo abierto que invite a los turistas a visitar la ciudad, ya que es sabido que los murales son obras siempre fotografiadas por estos mismos.
4 murales pintó el equipo de Artistas Regionales de Tarapacá en solo tres días y en dos barrios.