Adulto Mayor: Tarapacá sin geriatra
Este diario informó que nuestra región no cuenta con ningún geriatra. Esto pone de manifiesto que las políticas públicas desarrolladas por los gobiernos en relación al adulto mayor tienen una sensible y censurable falta de preocupación por fomentar la formación de médicos especialistas en las patologías propias por el avance de los años. Esto es una lamentable situación a nivel nacional. Es una Espada de Democles mientras aumenta la población adulta mayor. ¿Cuánto tiempo pasará para que esa situación no tenga la magnitud actual y que aún puede empeorar?
En el antiguo Hospital Regional de Iquique, en la parte de atrás había un viejo pabellón de madera, sobreviviente del que fuera el Hospital de Beneficencia construido en el Gobierno de Balmaceda. Esa sala de llamaba "Carcasson", donde eran internados los llamados "enfermos crónicos", es decir los ancianos sin familiares o que habían sido abandonados por estos. Era un ambiente penoso. Cuentan que el único médico que visitaba ese recinto era el Dr. Héctor Reyno G., recordado por los viejos iquiqueños.
Estando enferma mi madre Emilia, por su edad busqué un geriatra. En la guía telefónica hallé una facultativa que puso un aviso rotulado como "geriatra". De trato muy atenta, hizo adquirir un cuaderno y allí anotó recomendaciones del caso. Un día fui a su consulta y me encontré con la sorpresa que la esperaban dos pacientes que no eran adulto mayor. Quedé pensando... ?
En la TV se destacó a un "Súper Chileno", el médico Luis Astudillo, que atiende solícitamente y sin retribución a pacientes Adulto Mayor en Santiago. Ahora se divulgó la noticia que atiende a sus pacientes en una clínica móvil, desplegando sus servicios solidarios con dedicación y amor por sus semejantes que son personas de escasos recursos. Es un apostolado de los que hacen el Juramento de Hipócrates como un compromiso social. Desconozco si ese generoso galeno es de medicina general o geriatra. Eso no interesa mayormente hoy, lo importante es su labor altruista. Esa gente no puede seguir esperando más tiempo para que salgan nuevos geriatras. La carrera es larga.
Si el Norte Grande pudiera obtener más recursos del "royalty minero", gozando de cierta autonomía financiera, entonces tendríamos posibilidades de atender tantas necesidades en diversas áreas, entre estas en la salud del adulto mayor de Tarapacá que son de escasos recursos. Así se podrían contratar geriatras de otros países, supongo que habrán en Cuba y en Venezuela, subvencionar al Hogar que antes atendían las religiosas y que ahora sus servicios son retribuidos. La voraz expansión de Santiago cada vez exige recursos del Norte Grande que entrega a la Caja Fiscal como lo hacía antes con el salitre. ¿Cómo concretar la Unión del Norte Grande?
Mario Zolezzi Velásquez