El Partido Socialista a nivel nacional protagonizó hace algunos días una disputa política entre Maya Fernández y Alvaro Elizalde.
Aquí en Tarapacá, según informó su diario, quien presidirá el PS será el actual consejero regional Rubén Berríos y la secretaría política estará a cargo de Patricia Pérez, la ex intendenta de Tarapacá que recordemos estuvo un corto periodo durante los años de la Concertación.
Lamentablemente, la información no indica cuántos militantes votaron ni cuántos suman los registros socialistas en la región, no sé si la colectividad no los entregó o el reportero no lo consideró importante, aunque lo es.
Como un detalle importante, para ser consejero regional el nuevo presidente del PS, Rubén Berríos, obtuvo una paupérrima votación de 1.305 sufragios (1,7% del total de votos) y fue penúltimo en los resultados generales de los cores que hoy tenemos.
En el caso de Patricia Pérez logró 546 votos (0,7% del total de los votos) y eso reflejó absolutamente su desempeño como intendenta concertacionista.
De acuerdo a estos porcentajes, se refleja cual espejo una escasa representatividad.
Nada personal con estos dos socialistas, porque lo primero que hacen los políticos cuando les dicen la verdad, comienzan a ver enemigos en todos lados y no a buscar sus propios errores para corregirlos, pero es bueno que la comunidad tome en cuenta datos oficiales a la hora de votar. De lo contrario, la política seguirá como está, muy desprestigiada.
Imagínese que en el Congreso en el almuerzo servían vino hasta la semana pasada, privilegio que, primero, no corresponde por la seguridad y prevención de riesgos en el ámbito laboral y, segundo, porque se usan recursos derivados de los impuestos que pagamos todos los chilenos. Hay connacionales que no tienen qué comer y ellos tomando vino.
Le sugiero que haga un reportaje de la representatividad, es decir un análisis de los votos obtenidos por los consejeros regionales, concejales o parlamentarios aquí en la región. Es un reflejo que permite deducir por qué somos miles y miles los decepcionados de la política del color que sea.
Segundo González