Interés causa la noticia del acuerdo tomado por el pleno del Consejo Regional (Core) de Tarapacá de solicitar a los Poderes Ejecutivo y Legislativo la estatización de la Compañía del Agua Potable, aduciendo las periódicas alzas y la baja inversión en obras de infraestructura. Tratándose de un tema de gran trascendencia para la región, se hace necesario conocer más opiniones representativas de Iquique, Alto Hospicio y zonas del interior, ya sean públicas y privadas. Esa propuesta resulta popular y digna de concretarse. Pero es un asunto con una gran dificultad, pues en el país rige la política de entregar en concesión servicios de utilidad pública, regulados por el Estado. En este caso la Empresa Sanitaria está sujeta a un contrato de concesión de 30 años. ¿Cómo desatar ese nudo gordiano?
"La Patria" de agosto de 1905 informa sobre un proyecto de ley relacionado con el "Agua Potable de Iquique, el que pretendía romper el odioso monopolio de la compañía inglesa que abastecía a la población con el vital elemento de mala calidad y precio abusivo. Esa valiosa iniciativa era impulsada por la Municipalidad local. En su primer artículo se establece que se aprobaba el contrato celebrado recientemente entre el Intendente y el Primer Alcalde municipal, autorizados debidamente. El artículo 2° señala que se autoriza al Presidente de la República por el término de 4 años para invertir hasta la cantidad de $3 millones para las obras destinadas a proveer a Iquique de agua potable, bajo las condiciones del contrato; el artículo 4° expresa que se autoriza al Jefe de Estado para expropiar las tierras necesarias para dichas obras en Chintaguay, el Valle y vecindad. La iniciativa no se concretó por desgracia.
Sin embargo, años más tardes ante la insistencia de los iquiqueños, se dictó una ley en 1912: fueron declarados de utilidad pública los terrenos y aguas de la quebrada de Chintaguay ... que se requieren para dotar de agua potable a Iquique. Los trabajos duraron muchos años para ese gran objetivo. Ya en 1929 el 74% de la población se abastecía con agua fiscal, abundante y más barata.
Finalmente, la compañía sanitaria inglesa fue absorbida por la empresa fiscal que pasó a abastecer del vital elemento a Iquique hasta que en 2004 la compañía de Servicios Sanitarios de Tarapacá (ESSAT) dio paso a una compañía privada nacional, seguida después por una hispana, hoy es de capitales nipones.
Valoro del acuerdo del Core al respecto. Debe conocerse las opiniones de la comunidad organizada, ya sea de Iquique, Alto Hospicio y zonas del interior sobre un tema de tanta importancia para nuestra región, donde el recurso hídrico tiene además un valor estratégico, mientras el cambio climático se muestra más amenazante en el país. ¿Pero cómo se puede convertir en realidad esa decisión considerando la existencia de ese sistema de concesiones?
Mario Zolezzi V.