"No escucho comentarios de gente resentida y cargada de odio"
El nombre de Luis Alberto Simián reflotó el fin de semana pasado tras el incendio en la azufrera de Alto Hospicio. El ex presidente del directorio de Zofri afirma que ya no tiene nexos con el terreno. "Se exageró", dijo sobre la emergencia.
Su nombre salió al ruedo tras el incendio en la azufrera de Alto Hospicio que hace una semana afectó a la comuna. Reconocido como histórico dueño de la Importadora Santa Alicia, Luis Alberto Simián dice que ya no tiene ningún nexo con la azufrera, pues en 2018 se inició la liquidación de la empresa.
"Compramos un sitio en Pozo para trasladar la planta en un futuro, pero el proyecto no se concretó debido a que la necesidad de azufre desapareció. La única planta de la región que transformaba azufre en ácido sulfúrico, HMC, cerró en 2016. Nosotros funcionamos hace 35 años y hemos tenido pocos problemas", comenta.
Vía telefónica, Simián dice que ya no vive en Iquique, aunque lo visita de vez en cuando desde el sur del país. Afirma que de haber estado todavía a cargo de la empresa, el incendio se habría controlado de forma rápida.
-¿Cuál es su vinculación actual con la empresa?
-Importadora Santa Alicia existe desde 1984 y operó en Zona Franca hasta agosto de 2018. La empresa tuvo entre sus rubros la importación y comercialización de azufre para minería. El sitio de Alto Hospicio lo compramos en 1994. A raíz del terremoto de abril de 2014, la importación de azufre fue interrumpida por la destrucción del muelle de la EPI. La entrega de azufre a nuestros clientes se interrumpió también debido a que la carretera entre Iquique y Alto Hospicio sufrió daños y no se podían trasladar materiales. Con el tiempo cerraron nuestros clientes. En la región ya no existe necesidad de azufre, por lo que optamos por cerrar la planta y liquidar sus activos. Uno de esos activos era el sitio de Alto Hospicio. En agosto de 2018 se hizo entrega a un liquidador para proceder a la liquidación voluntaria de la empresa y él se hizo cargo. La administración anterior dejó de participar en el negocio. El liquidador vendió la propiedad a un tercero que desconozco. Supongo, porque no conozco el origen, que el siniestro ocurrió debido al manejo inadecuado del material. Creo que ese material fue vendido y no se retiró. Cuando nos instalamos, no teníamos a nadie alrededor. Estábamos absolutamente solos, pero la población creció. De hecho, hace algunos años compramos un terreno en Pozo Almonte para trasladar la planta.
-También se ha hecho un nexo político, con autoridades a las que usted apoyó con financiamiento para sus campañas...
-Se aportaron algunos dineros mínimos a candidaturas de mi sector político, obviamente. No aporté fuera de lo legal y lo hice en cantidades muy modestas a candidaturas de personas con las que no he tenido ninguna conexión desde la elección. La verdad es que no escucho comentarios de gente resentida y cargada de odio.
La emergencia
-En 2017 hubo otro incendio en la azufrera...
- Muy mínimo, y se controló precisamente porque había personal de la empresa que sabía manejarlo. Ahora no existía personal con la capacidad suficiente... No tenemos vínculo con el terreno hace un año, pero no quiero eludir responsabilidades. El haber creado una empresa que dio trabajo a mucha gente y que proveyó más de un millón de toneladas de azufre a través del tiempo, tiene un riesgo. Hubo un siniestro que afectó a la población, lo lamentamos tremendamente y estamos dispuestos a aceptar nuestra responsabilidad si la hubiera. Lo importante es que, fuera de las molestias que causó a la población, no hubo ninguna víctima que lamentar. Cuando el azufre se combustiona solo produce molestias que no son dañinas para la salud. Yo he tenido mucha experiencia y también nuestros trabajadores, que han dejado de pertenecer a la empresa al igual que yo. Ellos nunca han tenido problemas de salud. Quien no hace nada, no corre ningún riesgo. Hablar es muy barato y lamentablemente la gente conectada por lo político hace declaraciones sin saber el fondo de los hechos...
-Dice que la combustión de azufre solo produce molestias. En base a eso, ¿cree que se sobredimensionó la emergencia? Porque el Gobierno llamó a la calma, pero otros sostenían que le estaban bajando el perfil a las consecuencias...
-Creo que se exageró. Un tema práctico se transformó en político. Hay gente que lo único que pretende es enlodar a quienes hemos dado trabajo. Yo estoy muy orgulloso de lo que Santa Alicia fue en el pasado. Creamos una empresa que duró 35 años y lamentablemente no sigue en la actualidad por un cambio en la tecnología minera, pero sí, se exageró. Naturalmente que es impresionante ver el humo, pero fue una molestia para la gente. Pido las disculpas correspondientes, pero en la realidad no tuvo daños mayores a la población.
-¿En qué está Santa Alicia?
-Está en liquidación, tiene algunos otros activos. Ya no existe en el sentido de que no está operando, pero la personalidad jurídica aún está en liquidación. Yo era uno de los accionistas y fui su administrador en sus años de existencia. Creo que contribuimos en lo social, mucha gente trabajó en torno al azufre, transportistas... Una flota grandísima de camiones operó en el ingreso y salida de la planta sin causar daños a la población... Permanentemente trabajaban veinte personas, pero en la faena llegaron a ser hasta cien... Santa Alicia en algún momento representó el 10% del movimiento del puerto de Iquique en los 90. Fuimos muy importantes para el puerto y creo que también lo fuimos para la ciudad.
"Estamos dispuestos a aceptar nuestra responsabilidad si la hubiera"