Catedral de Iquique: la gran sede de la comunidad católica
El edificio de estilo neoclásico fue terminado en 1885 y desde entonces ha cobijado sucesos alegres y tristes de la historia de la ciudad.
Los efectos de un feroz incendio dieron origen a la Catedral de Iquique, ya que en 1883 un siniestro destruyó por completo el templo que estaba ubicado en el terreno del actual Teatro Municipal, el que congregaba a los iquiqueños al final del siglo XIX.
De acuerdo a una reseña de Monumentos Nacionales, la construcción de la Catedral de Iquique fue iniciativa del vicario apostólico Camilo Ortúzar, quien organizó una recolección de fondos entre los vecinos para construir un templo en reemplazo de la antigua Iglesia Matriz, consumida por las llamas.
Para la construcción del nuevo templo, la Municipalidad de Iquique donó una manzana ubicada entre las calles Esmeralda, Obispo Labbé, Bolívar y Ramírez.
La iglesia, denominada Parroquia de la Inmaculada Concepción de Iquique, recibió la categoría de catedral en 1929 cuando se creó el obispado de la ciudad.
Arquitectura
En cuanto a la arquitectura, el edificio fue levantado con la técnica de tabique doble en madera y caña de Guayaquil. Resalta por su estilo neoclásico italiano en el que se observan distintos volúmenes organizados de forma armoniosa.
La estructura es de forma rectangular, con una nave central de doble altura que finaliza en una alta torre. La fachada principal ostenta arcos de medio punto que enmarcan los tres accesos a las naves, además de dos pares de pilastras estriadas, un frontón triangular y un gran arco rematado por un rosetón central en el frontis superior.
En tanto, el campanario es de planta cuadrada, construido en madera con una cúpula de ocho faldones rematados por una bola y una cruz en cada cara.
El interior del templo tiene un cielo abovedado hasta el presbiterio, con un gran altar neoclásico en el muro del ábside, que es la parte de la iglesia situada en la cabecera, que acoge la mesa de altar. Además, las naves laterales se encuentran separadas de la nave central por una doble hilera de seis columnas estriadas de capitel corintio.
La Catedral de Iquique fue declarada Monumento Histórico en 1989, por sus méritos arquitectónicos que dan cuenta de la época de auge de la ciudad de Iquique. Fue restaurada entre 1992 y 1998 por daños de origen biológico, principalmente termitas y hongos que afectaban su estructura.
Sede de los católicos
El obispo de la diócesis de Iquique, monseñor Guillermo Vera, destacó que la catedral es la gran sede de la comunidad católica de la región, donde son convocados muchos momentos importantes, ya sean tristes o alegres.
"Este fue el primer gran edificio construido en Iquique cuando pasó a territorio chileno. La Guerra del Pacífico terminó el año 1881 y la parroquia de la Inmaculada Concepción comenzó a ser edificada al año siguiente y se bendijo con el Te Deum del año 1885", explicó el religioso.
Soto además recordó que la catedral "fue el sepulcro de Arturo Prat durante algunos años y todavía descansan los restos del obispo (Guillermo) Carter".
A su juicio, la catedral es un lugar de encuentro de los creyentes que todos los días es muy visitada por gente que va a rezar y a admirar lo bonita que es. "El párroco procura que siempre esté bien tenida, limpia y abierta, por lo tanto es algo de lo cual todos los iquiqueños tenemos que sentirnos orgullosos", añadió Soto.
El obispo recordó que el templo en toda su historia ha tenido varias reparaciones y que actualmente también merece nuevos trabajos para salvaguardar lo que significa la catedral para la comunidad de la Iglesia.