El violinista y su perrita que cautivan a los peatones de Plaza Prat
Luis Acevedo está recorriendo diferentes lugares del país en una casa rodante. Lo acompaña su mascota.
Luis Acevedo es el hombre que con los acordes de su violín atrae a los peatones que circulan por el paseo Baquedano, pues la selección de los temas de su repertorio llama la atención del público, al punto que deciden registrar sus melodías en sus teléfonos o simplemente sentarse en una banca a escucharlo, para luego colaborar con un aporte monetario.
El hombre de 53 años es oriundo de Santiago y desde este mes que está en Iquique, lugar donde llegó sobre una casa rodante acompañado de su perrita blanca, la que lo espera durante las horas que extiende su presentación en el centro de la ciudad.
"Me gusta tocar en los parques porque es un lugar más lindo y donde se presta muy bien para dar un concierto, y en Iquique decidí tocar en el centro de la ciudad porque la plaza es muy linda, además que el paseo Baquedano es muy histórico y también es donde más se congrega gente", comentó.
Su fiel amiga de cuatro patas, está con él desde hace 4 años y según contó el músico "cuando compré la casa rodante tomé la decisión de adoptar a un perro y en particular quería a una perrita hasta que en Facebook encontré a una niña que ofrecía a una perrita que había recogido en la calle, recién nacida hasta que la fui a buscar y desde ese tiempo que está conmigo. La blanquita creció y se desarrollo entre los viajes y en la casa rodante".
Pasión por la música
El interés por aprender a tocar este instrumento comenzó desde los cinco años, según recuerda el músico itinerante, interés que con el paso de los años lo instó a tomar clases particulares con el violinista chileno Joaquín Bello.
Sobre la preparación de su repertorio, Acevedo mencionó que tiene dos. Uno que se extiende por 4 horas, y el otro, que se puede apreciar en nuestra ciudad, "es un nuevo formato de tocar acompañado con pistas y para ese son 3 horas y estoy trabajando para que crezca".
Es por ese motivo que debe considerar al menos 30 minutos para armar y otros 30 desmontar su equipo de amplificación y mesa de sonido y pedales.
Entre su set de canciones están el sonido de "El Cóndor Pasa", "Oboe de Gabriel", la "Novena Sinfonía de Beethoven", "Ave María" "Zorba, el griego", "Las Cuatro Estaciones". solo por nombrar algunas
"La meta es que la gente vibre con lo que yo hago y que se genere un cambio emotivo en las personas y que puedan tener un cambio y que, tal vez, les ayude en cualquiera que sea su meta, porque la música centraliza y organiza un poco las emociones, además de relajar".
Destino indefinido
Desde hace cuatro años que viene recorriendo Chile. En su casa rodante, antes de llegar a Iquique, había estado en las ciudades que están entre Frutillar y San Pedro de Atacama, que era lo más al norte que había conocido.
"Caminante no hay camino, se hace camino al andar", es la filosofía que inspira al músico a seguir viajando sin prisa ni mayor planificación, ya que "voy fluyendo en el momento, no tengo planes. Puedo quedarme a vivir acá, me puedo ir mañana".
Sin embargo, entre sus opciones está llegar hasta Arica, mientras que su proyección a largo plazo es poder comprarse un bus con mayor seguridad para lanzarse a recorrer otras latitudes. "Mi próxima meta sería viajar por Sudamérica en el bus y poder ir tocando en todas partes que se me ocurra para crear una conexión a nivel sudamericano. Esto es parte de una hazaña; una persona que viaja tocando con su perrita de forma improvisada sin ningún aporte de empresa".
Luis Acevedo, violinista."
"La meta es que la gente vibre con lo que yo hago y que se genere un cambio emotivo en las personas""