Cuanto deben cobrar los colectiveros desde La Tirana con Playa Blanca hasta Inacap? A veces me cobran 1000 otra veces 900, ¿no hay acuerdo en la tarifa? #iquique @MTTChile.
Voy a pasar mi cumple en Iquique creo? y que fome porque ahí tengo como -1 amigos.
Y para cuándo el semáforo en Pedro Prado con El Águila, ya es leseo que siempre choquen ahí #Iquique
Gladys Miranda Bastías, dueña de casa, cumple hoy 80 años de edad y quisiera rendirle un homenaje a mi esposa.
Nacida el 25 de agosto de 1939 cursó estudios primarios en la Escuela N° 8, seguidamente fue alumna del recordado profesor Atalibar Rojas que le ensenó Artes Manuales y Dibujo. Paralalelamente aprendió Respotería de parte de la profesora Marina Sánchez y estudió Modas y Diseño con la profesora Hilda Calderón.
En el año 1957 contrajo matrimonio conmigo, Óscar Armando Toledo Miranda, con 62 años casada teniendo dos hijos varones: Óscar Daniel Toledo Miranda, técnico eléctrico industrial, y Gustavo Adolfo Toledo Miranda, ingeniero comercial y magíster en administración de empresas y próximo a recibirse como doctor en administración de empresas y finanzas.
Ingresó en 1959 a la Cruz Roja como estudiante de Enfermería, posteriormente como voluntaria llegó a cumplir 23 años de servicios.
En los años 1964 a 1970 como apoderada de sus hijos fue elegida como dirigente del Centro de Padres de la Escuela N° 6, primero, y después de la Escuela N° 4, con Arturo Barahona González (bailes religiosos) creó el Centro Comunitario de Apoderados.
En el año 1966 creó el Centro de Madres "Ethel de Vigneaux" en la población Simpson, también con su esposo e hijos y vecinos católicos ayudó en la construcción de la Capilla Emaus. Sus hijos formaron el Grupo Scout y Guías de la Capilla, enseñando primeros auxilios y enfermería a niños y niñas.
En 1978 se trasladó a Arica para acompañar a sus hijos en la Universidad del Norte. En esa ciudad estudió en la Escuela Nóstica, recibiendo conocimientos filosóficos. Allí colaboró en la Iglesia José Obrero con las abuelitas enseñando técnicas manuales.
En el año 2000 prestó servicios a la Municipalidad de Camarones como monitora de artes en los pueblos aymaras de Esquiña e Illapata.
De regreso a su ciudad natal, Iquique, en el 2006 estudia para terapeuta de reiki, energía holística y cuántica, relajación y meditación; todo esto hará ayudar a personas enfermas y estresados.
A sus 80 años de vida le da gracias al maestro Jesús de Nazaret, a sus padres Daniel Miranda, pescador artesanal, y a Blanca Bastías Llanos, dueña de casa, y a todas las personas que durante su existencia le enseñaron y ayudaron, y a la vida por todo lo que le ha dado.
Gladys Miranda Bastías es sinónimo de una vida dedicada al estudio, servicio y a la comunidad.
Te ama tu esposo e hijos.
Óscar Armando Toledo Miranda
Arturo Morales Romo
A cuatro meses de la Navidad, locales del centro comercial ofrecen árboles y adornos con descuento de hasta un 40 por ciento.
¿Cree que los edificios de Iquique están preparados para enfrentar un incendio?
¿Las cámaras de seguridad de Iquique han ayudado a disminuir los robos en la vía pública?
Los pescadores de Chile tienen hoy a la mano una herramienta para encaminarse con paso firme al desarrollo: la Ley de Caletas.
Esta ley era un antiguo anhelo de los pescadores, cuya labor cotidiana está íntimamente ligada a las 461 caletas existentes en el país.
Las caletas terminaron convirtiéndose, con su colorido y forma de vida, en elementos distintivos del borde costero y de la cultura nacional. Así como en protagonistas del sector pesquero, y proveedoras de alimentos sanos y frescos para la población.
Sin perder su identidad, estos asentamientos podrán transformarse ahora en polos de desarrollo, a partir de esta ley. Por eso, uno de nuestros desafíos es dar a conocer su alcance, y animar al sector artesanal para que aproveche todo el potencial de esta norma.
Una novedad radica en que las organizaciones de pescadores podrán pedir sus caletas, bajo destinación, por hasta 30 años, a diferencia del modelo previo que considera concesiones por 10 años.
Por otro lado, la diversificación productiva y la agregación de valor -promovidas por esta norma- implican que el sector artesanal podrá incursionar en actividades distintas de la pesca tradicional. Turismo, gastronomía, venta de artesanía, administración de estacionamientos e, incluso, distribución de combustibles, se cuentan entre ellas.
Pero hay más. Quienes se acojan a la destinación, dejarán de pagar la actual patente asociada a la concesión. Así, una caleta de 20 mil metros cuadrados que hoy paga anualmente $4.200.000, rebajará ese costo a cero, si cumple con exigencias de administración.
Otra novedad de la ley es que cuenta con herramientas enfocadas en el fomento de la acuicultura de pequeña escala. Ámbito en el que hay grandes oportunidades para los pescadores, y que, por su naturaleza, se adecua al principio de la sustentabilidad.
La Ley de Caletas se perfila como una palanca de progreso para el sector artesanal. Y un instrumento que contribuirá a la modernización de esos enclaves, sin alterar los rasgos que con el paso del tiempo los transformaron en elementos constitutivos del alma de Chile.
"Esta ley era un antiguo anhelo de los pescadores".
Román Zelaya R., Subsecretario de Pesca y Acuicultura"