Tengo claro que cuidar de plantar árboles, reciclar o disfrutar de un paseo en bicicleta, no alcanza para combatir el cambio climático, no obstante, quisiera pensar que, con los años, y buenas políticas publicas esta situación se puede revertir. Pero, ¿qué es tan importante la COP 25 para ello?, ¿Cuánto puede ayudar a reducir estos efectos?
La respuesta está dada por la COP 21 celebrada en París en 2015. En esa oportunidad, se fijaron acuerdos históricos tendientes a combatir el cambio climático en forma sostenida y conjunta, tales como: evitar que el incremento de la temperatura media global no supere los 1,5ºC y comprometer a todos los países a que, cada cinco años, comuniquen y mantengan sus objetivos de reducción de emisiones, así como la puesta en marcha de políticas y medidas nacionales.
Para cumplir estos se requiere de criterios claros, que permitan operativizar estos acuerdos, siendo la COP 25, que se celebrará en Chile, la última instancia formal para realizar los ajustes y poner en marcha los acuerdos suscritos en París.
Esta cita internacional es vital no solo para Chile, sino para el futuro del planeta en los próximos 50 años, poniendo también sobre la mesa una discusión profunda sobre el cuidado de los océanos y la Antártica, el uso eficiente de la energía, cuidado de los ecosistemas y el sustento de la biodiversidad.
Batalla perdida
El gobierno perdió una nueva batalla. La aprobación por la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados del proyecto de ley de 40 horas, es a lo menos una derrota para el oficialismo.
Sí bien el gobierno se encuentra amparado de cifras, estudios e inclusive la opinión favorable de técnicos de oposición, como Rodrigo Valdés, exministro de Hacienda, y Vittorio Corbo expresidente del Banco Central, no bastó para convencer a la comisión. ¿Qué falló entonces? La comunicación.
El proyecto de flexibilidad laboral fracasó en la conquista de corazones, tanto en la Democracia Cristiana (pues el voto del diputado Silber fue determinante), cómo en la población. La derecha tiene ideas y respaldo, pero carece de una estrategia comunicacional moderna, amena y cercana.
José Luis Trevia
Patricio Saavedra B.