EDITORIAL
Admisión de las universidades
Según las estadísticas del Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional de la Universidad de Chile (Demre), este año se inscribieron un total de 295.935 postulantes al proceso de admisión universitaria, un 1,57% más respecto al proceso anterior.
Las PSU se rendirán los días lunes 18 y el martes 19 de noviembre y esta cifra da cuenta que, aunque no es el aumento que se vio en décadas pasadas, es importante que el interés por la educación superior siga al alza.
El 52,7% de quienes se inscribieron son mujeres (156.100), mientras que los hombres corresponden al 47,25% (139.835), donde se aprecia una leve superioridad de las mujeres.
Por otro lado, el 52% de los postulantes provienen de establecimientos particulares subvencionados (154.078); el 34,9% de establecimientos municipal (103.522); el 10,4% a colegios particulares pagados (31.005).
Asimismo, los postulantes extranjeros representan el 2,4% del total de inscritos (7.118), lo que representa un incremento de 36,6% respecto al año pasado, cuando se inscribieron 5.209 extranjeros, donde mayoritariamente provienen de Haití (1.683), Perú (1.557) y Venezuela (1.172). Los venezolanos son los que registraron el mayor incremento con 243%, respecto al año pasado.
Los cambios en la educación chilena han permitido que cada vez más el acceso a la educación superior sea socioeconómicamente transversal.
Por lo anterior, es necesario seguir perfeccionando los mecanismos de financiamiento, sobre todo para que los recursos de la gratuidad lleguen a tiempo a las universidades y estas puedan hacer frente a sus compromisos económicos.
Si bien, por el momento es imposible que el Estado pueda hacerse cargo de la gratuidad universal, es necesario que aquellas familias que no cuentan con los recursos, puedan hacerlo con apoyo del Estado.
Por otro lado es necesario que se siga invirtiendo en la educación prescolar, primaria y secundaria, con el fin que los estudiantes de colegios públicos cuenten con similares herramientas a las que tienen los alumnos de colegios pagados, reduciendo así la gran deserción que afecta a la educación superior.
"Es necesario que aquellas familias que no cuentan con los recursos, puedan hacerlo con apoyo del Estado.