El miércoles 13 de noviembre dejó de existir Enrique Lombardi Solari (Q.E.P.D.), persona muy conocida por la comunidad regional. Las siguientes características propias del Sr. Lombardi, en las organizaciones que participó, marcaron un sello de gestión en ellas:
Respeto por todas las personas, independiente de sus trabajos, oficios, credos, culturas e ideologías, eso le permitía ser muy receptivo y abierto para su análisis y reflexión interna, aportando con nuevos puntos de vistas para la toma de decisiones.
En aspectos que carecía de conocimiento en términos conceptuales y técnicos, humildemente consultaba en forma muy abierta, para aprender, sin el temor de ser cuestionado por terceros, actuaba con gran independencia.
Frente a una situación donde percibía no poseer toda la información necesaria, la prudencia de obtener más información, y la paciencia de lograrla, le permitía mejorar su posición decisora.
Si bien podía presentarse una alternativa técnica favorable para una decisión, incorporaba otros elementos propios de un político organizacional, si la acción a tomar creaba mejores voluntades y con una evaluación profunda en los impactos del clima organizacional.
Frente a una situación difícil y tensa, generaba un comentario alegre y sonriente, que permitía distender la situación para generar nuevas opciones de solución, un gran mudador en las negociaciones, con las características propias de su personalidad.
Como empresario en los últimos años, enfrentó el terremoto del 2014 y un incendio en febrero del 2015, en ambas situaciones sus instalaciones físicas quedaron destruidas, su perseverancia le permitió continuar con su empresa, para volverla a poner en funcionamiento y continuar ofreciendo los productos en el mercado.
En sus acciones personales, mostró un gran espíritu de servicio, en sus actividades de cónsul honorario de Italia, apoyando necesidades y situaciones propias de italianos que transitaban por el Norte de Chile, temas jurídicos, salud, u otros, ocupando en ello sus jornadas matinales hábiles.
Durante su vida fue dejando en sus interlocutores una serie de valores, cuya suma de ellos, le permitió ganarse el aprecio de las personas y es muy posible que muchas de ellas han hecho suya parte de su forma de actuar, con la trascendencia humana de Enrique Lombardi.
"Mostró un gran espíritu de servicio, en sus actividades de cónsul honorario de Italia".
Dr. Héctor Varas,, académico Unap"