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Juan Carlos Muñoz: el actor clown que se mueve entre el Cirque du Soleil y el trabajo social

Fue seleccionado en el circo más importante del mundo, pero quiere seguir ayudando a través de su trabajo.
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"Voy a quedar más "prendío" con el café" parte diciendo Juan Carlos Muñoz Navarro (30) mientras revuelve una gran taza de capuchino en un local del Paseo Baquedano. Su apreciación de cuál será el efecto que causará la cafeína en su cuerpo parece un preludio de lo que significará la conversación.

Este actor de vasta trayectoria en el género del Clown en cada palabra que dirige deja al descubierto su personalidad extrovertida y expresiva.

Entre sorbos a su café e inhalaciones a varios cigarros abre las manos y abre sus ojos para contar el camino que ha transitado junto a los escenarios y públicos del mundo.

Tal como dice su personalidad es una contraposición al personaje que interpreta. "MeRindo", el payaso al que da vida, es un ser tímido y con una vida llena de errores en que nada sale bien.

"Yo soy una persona que se ve súper segura, súper canchero, y mi clown es súper miedoso. Yo con el sexo femenino puedo ser avasallador, pero mi personaje nunca haría nada de eso, pero ese es mi ser interno y tal vez yo me defiendo de ello al ser tan extrovertido", cuenta Muñoz.

A ESPAÑA PARA SER CLOWN

El payaso clown nació en Santiago. Su padre es chileno y su madre española. A los 11 años conoció el circo, sin embargo para practicarlo tuvo que conseguir materiales en Europa, ya que en nuestro país no se podían conseguir implementos.

En eso estuvo toda su adolescencia hasta que cumplió 18 y decidió que los escenarios serían parte de su vida para siempre. Armó sus maletas y se fue a estudiar a España donde acudió a varias escuelas de circo, donde empezó a gestar el arte al que se ha dedicado durante 16 años.

"Llegué a Barcelona e hice carrera en escuelas de circo. Después fui a Francia, en donde me pude interiorizar en el Método Lecoq. Años después me fui a La Mancha y la escuela me contrató, para luego tomar mi propio camino", asevera.

Desde ese momento se ha presentado en varios escenarios, tanto chilenos como extranjeros. "Yo me he presentado ante diferentes públicos. Lo que yo hago es tan transversal que la recepción es la misma para los gerentes de una importante empresa o las personas de una población", indica el payaso clown.

Hace 8 meses le llegó una invitación del Cirque du Soleil para integrarse a sus filas. Fue al casting que el equipo realizó en España y entre 80 personas fue elegido, junto a otro artista, para que se uniera al grupo, por lo que prontamente comenzará a ensayar para los espectáculos en donde espera llenarse de experiencia para enriquecer de sabiduría su arte.

ayuda social

A través de la corporalidad, sin el uso de la voz, Juan Carlos Muñoz realiza sus espectáculos. La línea central de su trabaja trata de expresar pequeñas acciones desde el error.

"A todos nosotros se nos ha dicho que el error es malo, pero a través de mis presentaciones trato de erradicar esa visión. Por ejemplo, yo cuento que se me perdió la llave de la casa y a partir del fracaso puedo armar una historia. Con esto quiero decir que aunque las cosas sean malas todo tiene potencial para hacer reír", indica el actor.

Y justamente desde esa vitrina intenta hacer su trabajo, ya que en medio de sus presentaciones imparte talleres para ayudar a las personas a superar sus falencias desde el error.

En Iquique realizó talleres gracias a la Agrupación Cultural Tarapacá, en donde sacó un dulce sabor de su presentación ante el público iquiqueño. "El grupo que me trajo tiene un rollo social detrás, porque ellos han sido de varias iniciativas sociales y a mí me interesa trabajar desde ahí, porque siento que mi legado tiene que ir más allá de hacer reír", expresa.

También tuvo un paso por Arica dictando charlas a 200 profesores a quienes los invitó a ser niños nuevamente. "Yo les decía a los profesores que cómo van a hacer clases a niños si no saben ser niños y a partir de la experiencia del error y olvidarnos de los prejuicios logramos establecer una dinámica súper rica para mejorar el proceso de enseñanza en las escuelas", asevera el artista.

Lo anterior lo conjuga con sus intervenciones en centros de asistencia para personas con enfermedades psicológicas y ha trabajado para hacer de los episodios desventurados una oportunidad para aprender. "Yo hago entrenamiento psicológico a través del cuerpo y el error como una fuerza interpretativa, entonces las personas se perfilan por lo que hacen y no por lo que dicen", afirma.

despertar al clown

Juan Carlos Muñoz abandonó la ciudad, pero le queda una cargada agenda de presentaciones por varios lugares del país.

Sobre abandonar Chile para emprender sus proyectos, asegura que "quiero continuar aquí, porque veo que la gente está despierta y por ende debo ocuparme de mi sed por la labor social que quiero desarrollar. Ahora tengo porqué moverme por eso".

El artista deberá prontamente unirse al Cirque Du Soleil. Ahí deberá traer de vuelta a su alter ego payaso, para apagar su histrionismo y dar vida al silencio con su trabajo artístico.

"Yo soy una persona que se ve súper segura, súper canchero, y mi clown es súper miedoso".

"A todos nosotros se nos ha dicho que el error es malo, pero a través de mis presentaciones trato de erradicar esa visión".