Pobladores se quejan de la falta de comunicación, aceras y proyectos de desarrollo.
l Daniella Oñate Rojas
Aunque a primera vista rememora un pueblo fantasma, lo cierto es que Pisagua, otrora puerto mayor salitrero, lucha para salir del abandono y postergación que sus habitantes reclaman a diario.
La desaparición de un bote pesquero con 5 tripulantes, 2 de ellos rescatados son vida desde el mar, dejó en evidencia el riesgo que muchas veces asumen los lugareños con tal de asegurar un buen pasar.
Así lo manifestó Germán Brantes, quien lleva más de 24 años viviendo en Pisagua. Brantes aseveró que una de las teorías que muchos pisagüinos manejan sobre el accidente es que "echaron mucha carga al bote porque querían tener unas monedas extras para las Fiestas Patrias", dijo explicando que finalmente la falta de oportunidades fue la que les jugó en contra, al querer reunir dinero extra para los feriados.
Esta opinión la comparte Alicia Díaz, quien remarcó que "aquí todos nos hacen promesas, pero nunca las cumplen".
La vecina afirmó que "comprar cosas nos sale muy caro, debemos adquirir insumos en Iquique, además el huiro se vende muy bajo, la gente no gana mucho y la venta de los pescados en restaurantes es muy alta porque los traen de otros lados".
Otro habitante del poblado, Sergio Barraza, afirmó que a su juicio existe un gran abandono, lo que permite que empresas actúen en la mayor impunidad. "Una empresa minera recuperó una antigua carretera pero la cerraron y eso está prohibido. Mientras realizaban trabajos pasaron a llevar osamentas y nadie los fiscaliza", sentenció el presidente del Sindicato n° 2 de pescadores de Pisagua.
Rafael Gaete, el presidente del Club de Adulto Mayor, vive en Pisagua hace más de 18 años junto a su esposa, la historiadora Catherine Saldaña.
El vecino aseveró que está cansado de las promesas de aceras, pues "hace más de 10 años que las anuncian, pero todavía no pasa nada".
Asimismo pidieron que la antigua estación de ferrocarriles pueda ser cercada, ya que mucha gente llega "con sierras y cortan los pedazos de madera que aún quedan, es horroroso", aseveró la escritora, agregando que no existe respeto por la historia del lugar.
El alcalde de Huara, Carlos Silva, remarcó que "no es fácil desarrollar la caleta con lo postergada que ha estado por años".
En ese sentido aseguró que trabajan para desarrollar diferentes proyectos sociales que incluyen el cambio de las luminarias y la creación de aceras aterrazadas, además del desarrollo del "primer arrecife artificial en el país", que gracias a un proyecto del Fondo de Innovación a la Competitividad, permite el desarrollo durante 3 años de un proyecto para potenciar la fauna marina, iniciativa a cargo de la Universidad Arturo Prat, Unap. J