l Ricardo García Espinoza

La tranquilidad de los inquilinos del Hotel Cavancha se vio interrumpida el pasado domingo, cuando un grupo de 20 jóvenes ingresó violentamente al recinto privado en busca de otro individuo.

Pasadas las 20.00 horas, un grupo de adolescentes entre 13 a 16 años pasaba por fuera del establecimiento hotelero, hasta que se caldearon los ánimos y el grupo persiguió a uno de ellos, quién ingresó por la reja, después de 10 minutos.

Seguido a esto, el sujeto entró al hotel para arrancar del grupo y esperó en la entrada, mientras pedía que llamaran a Carabineros.

Al respecto, el recepcionista César Aliste dijo que le pidió que se retirara del recinto privado, pero la turba enardecida ingresó por el portón y comenzó a forcejear la puerta de vidrio de la entrada hasta descuadrarla.

Según Aliste, uno de los sujetos estaba armado con un tubo de PVC como arma y el sujeto al interior del hotel agarró uno de los tres jarrones y lo lanzó contra sus atacantes.

Luego de esto, un miembro de la turba lanzó el tubo de PVC al sujeto, quien recibió el golpe en su pierna y comenzó a sangrar, a lo que recurrió a un segundo jarrón que lanzó como ofensiva al grupo de agresores.

Después de esto el individuo tomó un tercer jarrón y lo rompió en la entrada del hotel para utilizar los trozos como arma y agredir a quienes lo atacaban.

A esto la turba retrocedió y salió por el portón al igual que el sujeto agredido. Tras esto el garzón Rodrigo Ríos y el recepcionista César Aliste cerraron la reja para que no ingresaran nuevamente. "Entraron descaradamente, cero respeto por la propiedad privada. Fue algo impactante para todos", dijo César Aliste.

La impresión de los turistas no fue muy buena, ya que en ese momento se registraba una familia de argentinos que había llegado tras 30 horas de viaje desde Tucumán, compuesta por María Marta Matharán (32), su padre (67) y su hermano (34). "Hemos estado en Viña del Mar y en La Serena y nunca nos pasó algo como esto. Estaba impactada y temí por la seguridad de mi padre. Tanta agresividad de sólo unos chicos", dijo Matharán.

Otra testigo, la camarera Beatriz Taucare, dijo que en siete años de trabajo en el recinto, es primera vez que sucede. "Llamamos a Carabineros y llegaron a las 05.00 de la madrugada". J

l Respecto al hecho, el jefe de Servicios de la Primera Comisaría de Iquique, mayor Juan Carlos Huilcamán, dijo que según el software de la Central de Comunicaciones, Cenco, se registró una primera llamada a las 20.06 horas, donde indicaron que hubo una riña de 15 personas. Los efectivos llegaron a la hostería a las 20.53 horas, porque estaban en otro procedimiento. Realizaron un patrullaje y usaron el aparato sonoro, permanecieron y no constataron nada porque no había nada y se retiraron del lugar tras cinco minutos. "Nadie se acercó a hablar con Carabineros", acotó.

l Su opinión con respecto a la falta de compromiso que existe en la educación por parte de los docentes, fue la que expresó el destacado profesor Mario Banderas.

Al respecto estimó que "a los profesores nos falta compromiso con la educación, porque primero hay que tomar conciencia plena de que somos autoridad. Esa idea viene de los padres de cada alumno, ya que ellos vendrían siendo los discípulos y hay que disciplinarlos. Los profesores para tener éxito y un buen desempeño, tienen que estar humanamente bien para poder elaborar sus pruebas con prolijidad y eso a veces falla".

Sin embargo, afirmó que lo más trascendental debe ser el rol que cumplen los padres para educar. "La educación parte en el hogar. Los profesores coadyuvamos a los padres a educar. El problema es que por razones actuales de la sociedad moderna, los padres no están generalmente en casa y esto genera un vacío del cual tenemos que hacernos cargo", finalizó Banderas.

Mario Banderas visitó la ciudad para la inauguración del nuevo instituto preuniversitario "Aprende". J